stay - 국민 KOOKMIN

Tengo miedo.

Me removí sobre la suave superficie en la que me encontraba acostado, al no sentir a nadie a mi lado supuse que estaba solo. Me quedé quieto cuando escuché una puerta cerrarse y posteriormente el colchón se hundió a mi lado, después sentí un brazo rodear mi cintura junto con un agradable calor en mi espalda.

Me giré y abrí los ojos un poco para ver a Jungkook mirándome, me acurrucó a su lado y sentí como colaba sus dedos por la tela de mi pijama para dejar caricias sobre mi piel.

—Hola bebé— susurró y sentí que besó mi frente—. Lo siento, no quería despertarte. Fui al baño un momento.

La angustia se me subió a la garganta y lo abracé con una punzada en el corazón, comencé a llorar sintiendo como mojaba su pijama y después mi cuerpo tembló gracias a mis sollozos. Me aferré con fuerza a él mientras lloraba y lloraba, me sentía tan asustado.

—Shhh, shhh— exclamaba conmigo en brazos—. ¿Que sucede Jimin? Me estoy sintiendo mal.

—L-lo siento— sollocé—. Es solo que... tengo miedo Jungkook.

—¿Por que?.

—Porque no quiero que después de lo de anoche te alejes de mi, no debió suceder, hicimos mal, ¿que nos espera a ambos? No podemos Jungkook, nosotros...

—Jimin— me interrumpió y me separó de su cuerpo para hacer que lo mire a la cara—. Lo de anoche no fue un error, en cualquier momento iba a suceder, ambos nos desenvolvimos. Lo hicimos porque quisimos, ¿o es que acaso no querías?.

—Si— asentí sin dudar y lo vi sonreír—. P-pero es que tu... Wendy, Dios, Jungkook no puedo con tanto.

—Tranquilo bebé— juntó su frente con la mía y suspiré—. No quiero que te sientas presionado, hay un par de cosas que debes saber. Hay mucho que hablar.

—Está bien.— asentí y besó la punta de mi nariz haciéndome sonreí un poco

—¿Por qué no me preparas uno de tus deliciosos cafés?— me preguntó pegándome más a su cuerpo—. En la cocina hay una mini cafetera, me haría muy feliz un café tuyo justo ahora.

—E-está bien.— acepté tímido

—¿Que te gustaría desayunar, bebé?— cuestionó apartando los mechones rubios de mi rostro—. Pediré lo que quieras comer.

—E-emmm— el apodo "bebé" estaba matándome muy lentamente y él no dejaba de repetirlo—. Lo que sea esta bien para mi.

—Bien— me sonrió y besó la comisura de mis labios para después besarme en la boca, me aferré a la ropa de su pijama disfrutando del beso que poco a poco iba subiendo de tono, Jungkook pareció captarlo porque se alejó muy lentamente—. Tengo que parar, sino no lo haré nunca.

Sonreí sonrojado y depositó un último beso en mi boca para salir de la cama, me dijo que iría a cambiarse y que yo lo hiciera también para después bajar a la cocina. Asentí a cada una de sus palabras y cuando me encontré solo en la habitación me senté de golpe en la cama. Me pasé ambas manos por la cara y recuerdos de anoche golpearon mi mente.

Recordé aquellos desesperados besos, jadeos, gemidos, lamidas, mordidas... ¡Oh dios, seguro tendría marcas!.

Me paré para ir al baño y descubrí mi torso para verme. Abrí los ojos al ver varios puntos rojos sobre mis clavículas y cuello reflejados en el espejo.

Debería sentirme feliz por lo que ocurrió anoche, ¿o no?. Así debía ser pero... estaba terriblemente asustado, y hasta cierto punto arrepentido. ¿Que estaba pasando?.

Volví a la habitación para vestirme, me lavé la cara y lo dientes en el baño, me mentalice frente al espejo y acomodé mi mochila.

Me puse los zapatos y tomé una respiración profunda antes de salir. Bajé las escaleras algo lento y al entrar a la cocina pude ver a Jungkook sentado en la mesa con su celular en la mano, cuando se dio cuenta de mi presencia alzó la mirada y dejó el celular de lado para sonreírme con cariño.