POV: Jungkook.

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Dí por terminada la última clase que daría en aquella universidad y muchos estudiantes se despidieron de mí con reverencias recalcando que era el mejor profesor que habían tenido. Les respondí a cada uno con una sonrisa y cuando el salón quedó vacío solo conmigo dentro, me senté y me saqué las gafas para frotar mis ojos y mis sienes. Suspiré y parpadeé varias veces, me coloqué mis gafas de nuevo y salí caminando por los pasillos para después ver la reluciente cafetería que se había vuelto un hábito visitar para mi.

Me recargué en la pared para ver a lo lejos esa melena rubia moviéndose mientras Jimin preparaba café, les sonreía a todos de manera dulce mientras atendía y automáticamente yo sonreí. Esperé a que estuviera desocupado para acercarme al mostrador y cuando se fijó en mi, me sonrió tímido como siempre.

—Hola Jimin— lo saludé educadamente—. Hoy he dado mi última clase.— automáticamente su expresión decayó y supuse que no venir más traería consecuencias

No quería que se sintiera mal, pero sabía de paso que su mirada triste me decía mil palabras haciéndome sentir peor que él.

—Entonces... ¿no te veré más?.— preguntó mientras jugaba con el trapo en sus dedos

—Claro que si— asentí—. Bueno, aquí no. Sería sospechoso si sigo viniendo si ya no tengo nada más que hacer.

—Entiendo.— susurró y ladeé la cabeza

—Bebé.

—¡J-Jungkook!— se sonrojó y sonreí—. No puedes llamarme así en público, ¿y si alguien te escucha?.

—Entonces sal un momento.

Bajó la mirada y fue hacia la puerta, yo también fui hacia allí y cuando salió no pude evitar tomarlo entre mis brazos para dejar un dulce beso sobre sus labios, la verdad era que me estaba arriesgando mucho pero no podía controlarme, con tan solo tenerlo a dos metros de mi tenía la profunda necesidad de besarlo y de tocarlo.

Se separó titubeante y acaricié sus mejillas para depositar un último beso sobre su frente.

—No estes triste. Nos podemos ver luego, ¿está bien?.

—Si— asintió con otro semblante y le sonreí—. Hoy es 31 de Octubre, mucha gente va a fiestas y se disfrazan, ¿hacemos eso hoy?. Hoseok dará una fiesta de disfraces en su casa.

—Oh, nunca hice eso— sorprendido dije pero me gustaba la idea—. Bien, hagámoslo.

—¿Disfraces en pareja?.— me preguntó mirándome con esos ojitos tan lindos y sentí mi corazón latir desenfrenado

—Claro, lo que tú quieras bebé.— susurré solo para que él fuera capaz de escucharme

—Buscaré opciones y después podemos ir al centro comercial a comprar lo necesario.— dijo emocionado y asentí

—Me mandas mensaje, tengo que ir a la oficina. Te veré más tarde, ve con cuidado a casa.

—Tu también.

Besé sus labios rápidamente y me fui de ahí viendo a lo lejos como Jimin volvía a su labor y me monté a mi coche. Conducí hasta las oficinas que no estaban muy lejos de la universidad y entré al gran edificio con un montón de empleados saludándome amablemente.

Subí al 5º piso y saludé con reverencias a cada persona que me cruzara, entré a mi oficina dejándome caer sobre la silla giratoria y alguien tocó la puerta.

—Pase.— dije enderezándome y mi secretario, Seokjin, cruzó la puerta

—Señor Jeon, es su hora de comida, ¿que le gustaría pedir?.— me preguntó educado como siempre

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