stay - 국민 KOOKMIN

¿Necesitas ir a algun lado?.

aquí ando, dándole una 2ª oportunidad a esta fanfic.

resubida: 22/08/24

Salí del bar sintiendo mi cabeza dar vueltas y vueltas, escuché la voz del estupido de mi novio a mis espaldas pero decidí ignorarlo, podía irse mucho al carajo. Crucé la calle sin cuidado pero por suerte estaba casi vacía, eran las 3 de la mañana después de todo.

Tomé mi abrigo con fuerza entre mis brazos y caminé a la parada de autobús más cercana, mire hacia mis espaldas y estaba solo. Ese imbecil ni siquiera se iba a dignar en cuidar de mi. Chasqueé la lengua y después de estar unos 20 minutos sentado en la parada de autobús recordé que era muy tarde como para que un transporte público pasara y me llevara a casa.

Cerré mis ojos con fuerza y agaché la cabeza, comencé a respirar con tranquilidad sintiendo como el frío se desvanecía de mi cuerpo... pero poco después me sobresalté al escuchar un claxon que hizo mi corazón acelerarse.

Intenté ver al conductor pero no podía por las luces altas encendidas, creo que entendió que no podía verle y apagó el coche por completo. Se asomó por la ventana del copiloto y pasé saliva.

—No quiero entrometerme, pero, ¿creo que sabes que a esta hora no pasa el autobús o si?.— me preguntó y logré entenderle, por lo que me reí

—No tengo dinero— dije, aunque no era necesario ese dato—. Dormiré aquí supongo.

—¿Que dices? ¿Necesitas ir a algún lado?. Luces un poco muy borracho.— le ignoré e hice mi abrigo bolita para ponérmelo de almohada y me acosté en los asientos de la parada

No estaba mal.

Abrí los ojos cuando escuché la puerta del coche abrirse, después escuché pasos y pude ver una figura masculina a mi lado, casi me atraganto al ver lo guapo que era.

Podía estar borracho pero reconocería a una persona hermosa como fuera. Y este tipo... lo era.

—Levántate, sería inhumano irme y dejarte aunque me lo pidas. Anda.— chisté y me senté de nuevo sintiendo un mareo terrible

Sentí como pasó por mis hombros mi abrigo y me ayudó a levantarme para después abrirme la puerta y sentarme en el asiento del copiloto, me colocó el cinturón y después él se sentó de piloto arrancando el coche.

—¿Y bien? ¿Donde vives?.

—Dame tu teléfono, pondré la dirección y el navegador te llevará.

Lo vi asentir para después sacar su celular y dármelo. Entre al navegador y escribí la dirección como Dios me dió a entender, se lo entregué y lo verificó para después asentir.

—¿Traes llaves de tu casa? ¿Vives con tus padres? Sin duda eres un adolescente.

—Me escapé para irme con mi novio y el estupido me botó... estaba enrollándose con otro chico frente a mi. Lo odio tanto...

—Eso no suena muy bien.

—¿Y tú?— pregunté inconscientemente—. Es muy tarde para que andes merodeando por las calles.

—Vengo de un viaje de negocios. Y tienes suerte de que hoy saliera más temprano de lo normal.

—Que suerte.— susurré mirando por la ventana

Mi estómago se revolvió y giré los ojos, me aferré al tablero del coche y la voz del tipo retumbó en mis oídos.

—Q-quiero vomitar.— apenas pude pronunciar