Capítulo 10 Venciendo al miedo

25 2 0
                                    

El miedo es eso que nos retiene de forma inesperada y errada, el miedo a lo que pasará, a lo que no pasará, y a lo que probablemente suceda luego de un quizás.

No hay nada más limitante que el miedo, y si fuese así igualmente le haría frente, me cansé de ser una cobarde sin remedio.

Me cansé de estar cabizbaja y en la espera de una desgracia.

El miedo a depender y a perder me hizo perderme a mi. Y es algo de lo que me arrepiento desde que te deje ir.

No creo que el tiempo sea suficiente, y mucho de el lo desperdicie al correr por el miedo a perder.

El miedo me enseñó a correr, me dejé vencer...

Temia ser un alma perdida, o quizás un fracaso.

Sea cual sea el caso me lo merezco por ser una cobarde sin agallas, pude haber sido más valiente y enfrentarlo con uñas y dientes, lamenté no haberlo notado.

Seguí mi instinto acobardado y me ha pasado factura, el daño que me he causado a mi misma por no arreglarlo.

No creo que todo esté arruinado simplemente creo que yo no fui lo suficiente fuerte, para enfrentarlo y eso me enoja, me enoja mucho más de lo que puedo admitir.

Sin embargo esto me a enseñado, ahora soy esa persona que siente miedo y lo enfrenta sin pensarlo, quizás este demente o solo soy alguien valiente.

Aunque admito que al principio dolió, ahora solo es un aire fresco en el corazón, puede que al comienzo no quise entender razón, pero luego sin yo pedirlo hubo una explicación.

Me llena de orgullo ver en lo que me convertí hoy, por los errores del ayer.

Y se que hoy no me entenderás en lo más mínimo, que creerás que solo hablo por hablar, pero luego te acordarás de mi cuando menos lo esperes y sonreíras al entender mi realidad.

No espero una aprobación ni mucho menos que sientas el dolor que algún día senti yo, solo espero que sepas manejar un poco la situación por si algún día te toca hacerle frente.

Quiero que estés preparada para lo que venga, y no te dejes caer tan fácilmente.

El miedo es limitante, pero eres tu quien decide si marcharte o aferrarte al poco valor que tengas en ese preciso instante.

Lamento tener que ser yo quien te diga esto, pero el miedo caminara contigo en cada instante, a cada paso, a cada segundo. Lo hará incluso cuando ya no tengas fuerzas para aferrarte.

Te perseguirá en este camino y tratará de aferrarse, pero se que eres más fuerte de lo que crees, se que tienes el valor y la fuerza para seguir adelante.

Dejar ir tiene sus cosas pero el futuro incierto que te espera te regalará mucho más de lo que esperas.

Por eso y por más se valiente y no vivas a la espera de un príncipe azul, que esté dispuesto a rescatarte si algo llega a pasarte, puedes ser tu misma la guerrera que lucha por salvarse, sin miedo o limitaciones constantes.

Eres tu salvándose y siendo todo lo que te prometiste pero no cumpliste al despertar aquella noche angustiante.

Es hora de sanar y cumplir todas las promesas que guardaste.

No hay principio sin un fin seguro ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora