Capítulo 28 (+18)

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- Mmm... Oh dios, ¡Vegas! - El Alfa sostenía fuertemente las caderas del Omega. Arremetía constantemente en el interior húmedo de su ahora esposo. Se abría paso duramente. Las respiraciones entrecortadas, los jadeos y gemidos, se escuchaban por toda la cabaña. Gracias a dios la cama no tenía cabecera pues era una cama redonda con tela tul alrededor cubriendola. - un poco más len-to .... - suplicó en un jadeo entrecortado arrugando las sabana con sus manos. Pete vio como el cielo comenzaba a ponerse claro. Vegas estaba en su ciclo de calor, no le había dejado descansar. Estaba exahusto y adolorido. Perdió la cuenta de cuántas veces le anudó en esa noche.

Gracias al cielo no lo había marcado todavía.

ƥ

Sintió como Vegas se acercó a su cuello inhalando el aroma que envolvía el Alfa del Vegas. Pete con movimientos temblorosos ladeó su cuello dándole total libertad.

Una sonrisa deseosa, dejo mostrar los caninos que sobresalían de sus dientes. Pete tembló al sentir sus caninos largos y afilados. Sabía que dolía, se lo habían dicho. Que la marca del alfa era tan abrumadora y dolorosa que te hacía llorar del dolor incluso desmayarse.

Pete apretó los ojos, estaba listo, más que eso. Por eso se había medicado. Y estaba agradecido que fuera vegas. No se veía compartiendo ese momento con nadie más.

Sintió su respiración más y más cerca, su corazón palpitaba fuerte y .... Sintió un beso dulce y tierno.
Pete se separó confundió y un poco despecionado. Le miro a los ojos, con una gran incógnita en ellos.

-Quiero que disfrutes está noche - habló en voz baja el contrario.

Ambos se sonrieron. Vegas estaba en su rut*, aunque lo estuviera no estaba 100% dominado por su Alfa. Quería que está noche fuera especial. Y así lo haría.

Volvieron a unir sus labios, en un beso que inició el Alfa, pegó el cuerpo de pete al suyo. Le acaricio la espalda baja, sus nalgas para después volver a subir a sus hombros. El beso cada vez se hizo más intenso. Vegas sotuvo a pete de las nalgas y lo alzó, las piernas del Omega se agarraron a su cintura y sus manos al cuello del mayor.

Vegas subió las escaleras junto con pete cargándolo, besándolo.
Así hasta que subieron al segundo piso donde se encontraba la alcoba nupcial. Había pétalos de rosa, velas falsas de pilas.
La cabaña podía parecer de lujo, pero en realidad era algo austera, no contaba con servicio eléctrico. Más que un o dos enchufes. Las cabañas tenían paneles solares. Y eso hacia que las bombillas ecológicas prendieran. La mayoría de los huéspedes optaba por tener las luces de las velas falsas. No había aire acondicionado, no contaban con internet ni televisión, solo había un teléfono antiguo con línea directa a recepción.
Y no es como si les hiciera falta.

A esa hora la mayoría tenía sexo, al fin y al cabo por eso era un destino específicamente para adultos.

Vegas volteo el cuerpo de pete ya que se habían separado para subir a la alcoba, entre risas divertidas. Le volvió a acorralar entre la ventana de vidrio que daba al balcón. Puso ambas manos sobre las caderas de este apretandolas. De inmediato sus aromas se mezclaron y eso hizo al alfa estar más deseoso.
Tomó a Pete delicadamente del rostro para volver a besarlo. Mordió su labio inferior.

-Lo siento...- Vegas dejo escapar un jadeo. Volteo a pete recostando su cabeza y pecho sobre el vidrio. Ya que ambos estaban desnudo, Vegas bajo por su espalda hasta sus nalgas dejando un camino de besos. Volvió a subir, tomo las caderas de pete de forma firme penetrándolo de una, no hubo necesidad de una preparación previa ya que estaba lo suficientemente húmedo segregando su propio lubricante. Aún así pete quiso aferrarse del gran vidrio si hubiera sido posible. Vegas no tardo en moverse, dando en su punto en la primera estocada. Las piernas de pete temblaron pero aún así le soportó.

Solo para mí. [COMPLETA]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora