CAMERON MONAGHAN

1.4K 25 0
                                    

New York 1960

-Señorita Mónica pase por favor.

Entré a la oficina un poco ansiosa, mi padre parecía enojado.

-¿Se puede saber donde estabas señorita?

-Dios papá pensé que había hecho mal el papeleo.

-Oh no cariño, todo es perfecto respecto al trabajo pero me tenías preocupado ya que no llamaste.

-Lo siento papá, es que se me olvidó dejar una nota de que iba con la señora Sally para recoger tu traje.

-Bueno hija, no vuelvas a preocuparme y gracias por pasar a traer mi traje, llama un taxi para que te lleve a casa.

-Si padre.

Salí más calmada de su oficina y salí del edificio, empecé a caminar por las enormes calles, me costaba ubicarme ya que apenas llegamos por negocios de mi familia, recorrí mucho hasta que me cansé, me senté en unas bancas de un parque pequeño. Miré pasar a las personas hasta que mis ojos se posaron en un hermoso vestido color menta de una tienda, me levanté y crucé la calle para poder entrar a la tienda.

-Buenas tardes señorita.

-Buenas tardes.

-¿Busca algo en especifico?

-Bueno quería saber si tiene aquel vestido de la vitrina en mi talla.

-Oh si señorita, de hecho creo que es el indicado para usted, tiene buen ojo ya que es el único modelo.

-Bueno entonces quisiera probármelo.

La señora me trajo el vestido y entré al vestidor, me puse el vestido y parecía ser hecho a mi talla. Salí del probador para mostrárselo a la señora.

-Señorita le queda hermoso, usted es muy bonita y lo luce muy bien.

-Gracias, es realmente lindo

Sentí que alguien miraba por el ventanal, era un hombre de tez blanca, pelo rojizo y ojos azules o verdes no pude ver bien. Aquel hombre sabía que lo veíamos pero la señora lo llamó por hijo.

-Oh hijo mío que felicidad verte otra vez

La señora corrió a sus brazos alegremente mientras que él seguía mirándome.

-Madre también estoy feliz de verte, ¿Quién es la bella señorita?

-Oh bueno es una clienta que vio el vestido verde que apenas llegó.

-Se le ve muy lindo, resalta su cintura y sus ojos cafés.

Un poco sonrojada ante el comentario le agradecí por su cumplido.

-Bueno entonces me lo llevaré en un momento me lo qui-

-Oh claro que no hermosa, llévatelo puesto.

Sonreí ante las palabras de la señora, solo tomé mi ropa que traía antes y la señora me la puso en una bolsa, al momento de salir el hombre me llamó.

-Disculpe señorita, ¿desea que la acompañe a casa?

-Bueno muchas gracias pero vivo lejos no quisiera molestarlo.

-No es molestia, puedo llevarla en mi auto.

Le sonreí para luego entrar a su auto, lo encendió y comenzó a manejar.

-Me podría decir su nombre caballero.

-Me llamo Cameron, ¿y usted?

-Mónica

-Usted no es de aquí al parecer señorita.

-Oh no, soy de california pero mi familia decidió mudarse por negocios.

One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora