،̲،̲ 𝐓𝐫𝐲𝐬𝐭 ‣ Minsung.˖𝄒𝄒

17

Minho y Jisung se separaron lentamente sin dejar de mirarse uno al otro, sus rostros se encontraban sonrojados debido al reciente beso; sus lobos estaban más que felices ante aquel contacto.

— ¡Príncipe Lee!

— Será mejor que regrese... — susurra con tristeza el alfa.

El rubio hace un puchero ante la idea de tener que volver a separarse; siempre tenía una sensación fea en su pecho cuando esta lejos del azabache.

— Regresa al castillo, no quiero que ellos te hagan algo.

— Entonces... ¿Los próximos días es mejor que no venga?

— Creo que estarán más tranquilo hasta una semana después.

— Es mucho tiempo... — se quejo el menor mientras fruncía el ceño.

— Es lo mejor, no quiero que en unas de esas ellos te descubran y te hagan daño.

Jisung asintió comprendiendo. Si lo descubrían con Minho ambos tendrían grandes problemas y no quería que nada malo le pasara al alfa.

— Entonces en una semana...

— Sí... es lo mejor.

El omega sonríe y levanta su mirada que se había mantenido baja mientras el alfa hablaba. Se acerco al más alto, posa una de sus pequeñas manos en la mejilla del más alto y se acerca para dejar un rápido pico en los labios del mayor. Rápidamente sale corriendo tras haber hecho eso, dejando al azabache con un sonrojo en su rostro.

— ¡Principe Minho!

Aquellos gritos lo sacaron de sus pensamientos. Libero un poco de su aroma para tratar de ocultar el del omega mientras se adentraba nuevamente hacía el bosque para cruzar la frontera hacía Daegu. Pasaron pocos minutos para que su pequeña armada de guardias le encontraran.

— ¿Dónde estaba?

— Me pareció haber sentido algo extraño así que simplemente me separe.

— El rey y la reina nos dieron la orden de no separarnos.

— Mis padres están exagerando. Me separe por unos minutos y aun estoy aquí.

Los guardias se miraron no muy convencidos entre ellos, algo que hizo bufar con cierta molestia al príncipe.

— Volvamos al castillo — ordeno Minho.

La pequeña armada siguió al azabache mientras este salía del bosque. El príncipe se subió a su corcel para poder avanzar hacia el castillo mientras los guardias le seguían caminando.

Llegaron hasta su destino, donde Minho inmediatamente se dirigió al castillo mientras los sirvientes llevaban al caballo al establo. Dentro, ya lo esperaba Felix como cada noche. El adolescente sonríe al ver a su mayor allí e inmediatamente lo jala hasta llegar al comedor, donde la cena para el alfa ya estaba servida.

— ¡¿Cómo te fue?! — cuestiona emocionado.

El mayor se queda callado con una sonrisa burlona en sus labios mientras hacía esperar a su hermano, quien ya tenía su ceño fruncido.

— ¡Dime!

— Puede que... nos hayamos besado...

Frunce el ceño al escuchar el fuerte chillido del menor. Felix se levanto de su asiento y realizo un divertido pero ridículo bailecito.

— Ya no me sorprendería si en unos días me vienes diciendo que tendré sobrinos.

Minho se atraganta con la comida que estaba ingiriendo e inmediatamente le da un golpe en la nuca a su menor por haber dicho aquellas palabras.

— Eras tan...

— ¿Tan qué? — reclama el omega.

El alfa solo rueda los ojos y decide prestarle más atención a su comida que a su molesto hermano menor.

☁︎𓂃 ⋆ 

Al día siguiente ya se encontraba nuevamente en el lugar el cual menos le agrada, la sala del trono, mientras los guardias se encontraban frente a ellos. Mantenía su mirada sería para no delatarse por sus expresiones faciales.

— Ayer en el bosque encontramos esto.

El guardia extiende un pedazo de tela rota. Inmediatamente lo reconoció como parte de la capa que había quedado en la rama del árbol cuando la rompió para liberar al omega.

— Tiene el aroma a durazno y vainilla.

— Eso significa que alguien si estan tratando de entrar a Daegu... — susurra la reina.

— ¿Qué más descubrieron con esa prenda?

— Nos dimos cuenta que esta hecha con seda... un material que solo alguien de la nobleza podría conseguir.

El rey extendió su mano y el guardia inmediatamente se acerco y le dio el trozo de tela a su superior. Este lo acerco a su rostro e inhalo el evidente aroma.

— Efectivamente... durazno y vainilla... un omega y de la nobleza.

— ¿Qué no la reina omega de Busan había fallecido? — cuestiona el guardia.

— Esta el hijo de Han. El príncipe de Busan... Han Jisung.

Minho cerro sus ojos tratando de calmarse ante la mención del omega. Ellos sabían de su pareja y aquello no le gustaba para nada.

— ¿Y qué tal si el príncipe de Busan se presentó como alfa? — hablo Felix — Ademas, supongo han de haber otros nobles en Busan ademas de la realeza.

— Tienes razón — contesto el rey a su hijo — No se nada sobre el príncipe y creo que también sera mejor tener la idea que no necesariamente el es quien esta tratando de infiltrarse.

— ¿Entonces que haremos? — cuestiona la reina.

— Por ahora... tratare de pedir información sobre el príncipe de Busan.

Fue lo ultimo que contesto el rey antes de darle la orden a sus guardias para conseguir información. Esto altero a Minho debido a que no le agradaba para nada la idea de que su pareja fuera investigada. Felix ta,bien se encontraba preocupado, había tratado de cubrir a Jisung como pudo pero ni así su padre descarto la idea del principe siendo posible culpable.

Por ahora, a los dos hermanos no les quedaba mas que esperar y rogar que no encuentren a Jisung culpable.

⋆ ♥︎ 𝐝𝐞𝐚𝐭𝐭𝐡𝐦𝐞𝐭𝐚𝐥𝐥 🌨 !!