Tiempo atrás.
La relación de los integrantes de la familia Lee no siempre fue tan tensa, más bien se fue agravando con el tiempo.
Mark nunca fue un padre amoroso, ni cuando la madre de sus hijos vivía, ni cuando murió y sus hijos más lo necesitaron.
Pero al menos no los molestaba, no les gritaba o siquiera les dirigía la mirada. Con el pasar de los años ambos niños dejaron de anhelar un beso o una sonrisa.
Eran extraños viviendo juntos.
Minho comenzó a cuidar de su hermano menor, se encargaba de que comiera, lavara sus dientes, cambiara su ropa y fuera a la escuela.
La cercanía provocó que Minho se volviera muy sobreprotector con su hermanito, no quería que lo lastimaran, le hablaran mal o siquiera lo miraran feo. Lo acompañaba todos los días a su salón y lo esperaba a la salida, se volvió un habito para ellos, el estar siempre juntos.
Por lo que la preocupación comenzó a carcomer al mayor, el siguiente año él pasaría a otro grado en otra escuela y Felix tendría que quedarse solo.
Su Felix era apenas un niño a punto de cumplir diez. Llegó a pensar en que quizás debía retrasarse unos años.
Y sin aviso una noche mientras cenaban en silencio sus vidas dieron un giro enorme.
Mark les dirigió la palabra por primera vez en mucho tiempo.
"Minho" habló su padre sin dirigirle la mirada al menor "Mañana los hijos de Cesar Hwang irán con ustedes a la escuela".
"¿Él tiene hijos?" se atrevió a preguntar.
Felix mantenía su mirada en su comida pero escuchaba atentamente la plática entre Mark y su hermano.
"Son dos" demoró en contestar "Me parece que son mellizos, de la edad de Felix".
Minho le dio una fugaz mirada a su hermano antes de volver a hablar.
"¿Por qué no los conocíamos?".
Mark suspiró con cansancio y se levantó de su asiento.
"Vivían en Malasia con su madre" arregló su saco y se dio la vuelta "No lo vayan a arruinar".
Y se fue, sin mirar atrás.
🥀
La mañana siguiente se levantaron más temprano de lo normal, aún así corrieron mucho para estar listos a tiempo.
El chófer los llevó hasta la casa de Cesar Hwang.
Ambos habían convivido con Cesar, quien se dedicaba a los mismos negocios que su padre, pero a diferencia de Mark, no los atemorizaba.
Todos se daban cuenta de la relación violenta y hostil de Mark Lee con sus hijos, pero se portaban indiferentes a la situación.
Cesar era otro caso, hablaba con ellos, les preguntaba sobre la escuela y siempre felicitaba a Minho por cuidar tanto a su hermano.
Por eso era extraño que no supieran de sus hijos, él jamás los mencionó.
Minho y Felix se encontraban en los asientos traseros del carro, esperando.
Hasta que la puerta de roble de la entrada se abrió y un niño pequeño con un gorro azul de lana, salió corriendo a toda prisa con su mochila medio colgada en la espalda y un muffin en cada mano.
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VENDETTA [FINALIZADO]
ActionExisten tres cosas capaces de cambiar a un ser humano: el amor, el dinero y la muerte. ¿Qué pasa cuando las tres cartas están sobre la mesa?