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"Minho, apúrate, la exposición de Hyunjin empieza en media hora y no llegaremos a tiempo"

Felix apuraba a su hermano, él todavía no aprendía a manejar y si quería que Mark no lo descubriera debía recurrir a Minho.

"Ya voy, es que no encontraba mi abrigo"

"¡Vamos, Vamos!" Felix quería correr por los pasillos pero Minho lo detuvo.

"No hagas tanto ruido Felix, no queremos que se arruine esto" intentó acomodar el suéter del pecoso, pero se olvidó de ello para verlo detalladamente.

Minho sintió un golpe en el pecho al ver a Felix de esa manera. Ya no había mejillas abultadas en su rostro, ahora estaba más contorneado, su mirada era más adulta pero seguía teniendo ese brillo de cuando eran niños, tiñó su cabello de color negro, haciendo ver su piel mucho más blanca, sus lindas pecas resaltando como siempre, y ni hablar de que estaba casi de su estatura.

"Minho" habló sacándolo de sus recuerdos "Debemos irnos".

Minho asintió y lo siguió de cerca.

Aunque tardaron un poco, llegaron justo a tiempo. Hyunjin sonrió al instante que los vio llegar y llamó a Felix con la mirada para que se acercara a su lado.

"Ve con él" Minho lo animó dándole un pequeño empujón con su codo.

Felix caminó dubitativo, estaba rodeado de personas que vestían muy elegantemente, con colores neutros, no sentía que encajara en ese nuevo mundo en el que se encontraba Hyunjin, pero este último no dudó en acercarse y tomarlo de la mano.

Le dio una última sonrisa, antes de agradecer la presencia de todos y de las personas que habían hecho todo eso posible.

Comenzaron un recorrido por el lugar, en ocasiones se topaban con personas que felicitaban a Hyunjin por su trabajo, pero al final la atención del mellizo regresaba a la persona a su lado.

Hyunjin aprovechó para guiar a Felix a un espacio de la exposición que no estaba con concurrido.

"Se siente como un sueño" habló Hyunjin mientras observaban un cuadro de un florero con rosas marchitas.

"Es increíble" Felix miraba con mucho orgullo y amor la pintura frente a él, mentiría si dijera que no se sentía especial por haber participado en cada pintura que había en ese lugar.

Hyunjin siempre lo llamaba a él para mostrarle sus obras.

"Lo es"

Felix miró a la persona a su lado y por un segundo vio al pequeño Hyunjin que siempre torcía los ojos, mucho más alto que él, su cuerpo se había tornado más tonificado, facciones más definidas, su cabello ahora rubio. Pero si mirabas con demasiado detalle podías ver arte sobre su piel. Y eso lo hizo sonreír.

"Pero quiero enseñarte la obra principal"

Hyunjin volvió a tomar a Felix de la mano para guiarlo a un espacio que se sentía de alguna forma más privado, más personal, a pesar de las otras diez personas que estaban ahí.

Felix se detuvo.

"No es cierto" tapó su boca con manos temblorosas.

VENDETTA [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora