2.4

1.3K 185 53
                                    

Las cosas comenzaron a complicarse desde el día del atentado. Al principio Minho quiso quemar el mundo para encontrar a los responsables, pero Cesar lo obligó a dejarlo en sus manos. Lee quiso pelear con el mayor de los Hwang pero la salud de Jisung era su prioridad.

Jisung no quería salir de su habitación, Felix y Hyunjin pasaron múltiples días insistiendo en que los acompañara a comer o al jardín pero seguía negándose.

Decidió no contarle a su madre porque sabía que la preocuparía en vano. Seguramente hubiera querido ir con él y eso la podría en peligro a ella también.

Las pesadillas eran constantes, había dejado de dormir adecuadamente y no quería que nadie que no fuera su familia o sus amigos se acercaran. Minho durmió a su lado muchas noches, pero en ocasiones le era imposible por el trabajo. En esas ocasiones Hyunjin y Felix tomaban el lugar de Minho y dormían con el mellizo, a veces en la cama y otras en el suelo.

Jisung comenzó a tomar clases por videollamada pero después de unas semanas quiso dejar la universidad. Las cosas no salían como quería y sufría mareos por su mala alimentación, la melancolía que eso le provocó, lo hicieron pasar días enteros llorando.

¿Su peor día? Fue cuando discutió con Minho por el mismo tema.

"Sung no puedes solo salirte como si se tratara de un club" Lee intentó hacer razonar al mellizo.

"No quiero seguir de esta forma, ni siquiera puedo hacerlo bien, soy patético" Jisung estaba recostado en su cama en posición fetal, dándole la espalda a Minho que estaba sentado a la orilla.

El mayor se levantó y comenzó a hablar más fuerte. Jisung sintió el frío cuando se alejó de su lado.

"¡No puedes rendirte de esta forma!"

"¡Es lo que quiero, así que no te interpongas! ¡Tú no sabes lo que se siente estar aquí viendo a todos actuar tan normales y felices como si nada hubiera pasado!" Jisung estaba gritando, pero ahora veía a la cara a Minho.

"¿Felices?" la preocupación y la tristeza estaban tomando control del pelirrubio "¿Crees que estamos felices? Cada vez que veo tus ojos cansados y la forma en que se han marcado tus costillas, solo pienso en que vendería mi alma para que tú estuvieras bien. No puedo verte renunciar a tus sueños. También me duele Jisung".

"Ustedes no sienten lo que yo, tú no sufriste lo que yo. ¡A ti no te torturaron durante días enteros! ¡No te metas en mis asuntos!" Jisung no era capaz de controlar sus lagrimas, tomó algunas almohadas y las lanzó al piso.

Quizás Minho se sintió herido por el reclamo, pero al ver la desesperación de su amante y sin haber terminado de procesar su confesión, solamente lo abrazó. Jisung peleaba con él pero no lo soltó. Jamás lo haría.

Al final tuvo que calmarse y cuando se sintió seguro en los brazos de Minho, volvieron a recostarse.

Días después Jisung le contó a Minho lo que había vivido en Malasia. Lee lloró junto a él y le pidió perdón de mil maneras.

"No voy a dejar que nada malo te pase, encontraré la forma de estar contigo en todo momento"

Después de casi dos meses Jisung ya salía de su cuarto, comía en el comedor con su familia y comenzó a asistir a la universidad, iba junto a Hyunjin y Minho lo recogía en las tardes.

Cuando las cosas se volvían demasiado, su familia estaba para sostenerlo. Eran conscientes que era el principio de un largo proceso.

VENDETTA [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora