Esa mañana, levantarse había sido más fácil que los otros días. Ya con la cabeza fría, sabía que era exactamente lo que debía hacer para poder volver a hablar con Ryuzaki. Primero que nada, necesitaba inspeccionarle, no demasiado cerca, pasar un tiempo como estudiante regular de la universidad, inspeccionando en qué lugares lograría verlo sin alterar su "rutina".
− ¿Ya te has despertado? - preguntó Masako tocando la puerta de su habitación. Él ya llevaba un tiempo levantado, había aprovechado la mañana para recortar su cabello, de forma en que quedase un poco más corto de lo que lo llevaba antes, y evitando que tocase con su cuello.
− Hace un rato, − comenzó a revisar los papeles que debería presentar en la universidad - ahora mismo me marcho - tomó el abrigo de la entrada y se dispuso a abrir la puerta.
− ¿A dónde crees que vas niño? - preguntó apoyando el brazo en la puerta, impidiendo así, que la abriera.
− A clase, y si me demoras con tus tonterías, llegaré tarde.
− Higuchi no nos permite que te dejemos ir solo - respondió tomando su abrigo con expresión cansina - desde hoy, hasta que termines el trabajo, te llevaré y traeré.
− ¡¿Es que acaso buscas mandar todos mis planes por el caño?! - estaba histérico, ningún estudiante común tenía un automóvil para ir a clases, así, nunca pasaría desapercibido* − ¿Pretenden mantenerme como un preso o algo similar?
− No se trata de eso, tienes que entender que el jefe no puede permitir que andes por las calles como si nada - sacó un celular de tu bolsillo - algo podría llegar a pasarte.
− Ni que fuera un asesino muy especial, hay miles más que podrían contratar...
− No eres especial, pero tampoco eres muy común. Es cierto que tenemos a cualquier asesino dispuesto a hacer este trabajo − le entregó el celular- pero tú eres el perfecto para los planes del jefe. Te comunicarás con nosotros a través de ese teléfono.
Masako y él bajaron hasta el estacionamiento, hasta que el hombre entró en un familiar auto color plateado e indudablemente, Light entró en el también.
El camino fue corto y silencioso, Light se limitaba a observar el celular en sus manos y hojear el contenido e información que tenía; parecía ser uno de esos teléfonos súper recientes, más problemas en su propósito. Cuando entró a la lista de contactos, se sorprendió al ver que esta estaba llena de nombres desconocidos.
− ¿Quiénes son estos? - preguntó a sabiendas de que el otro no le vería por estar conduciendo.
− Los números como "tío" y "prima" son claves, el primero es del jefe, y el segundo es de su secretaria, ambos saben cómo deben de responder en caso de que alguien tome tu teléfono y les llame - habían llegado a un semáforo, faltaban pocos metros para la universidad - los nombres que no reconoces, son de tus amigos en la universidad, los conocerás a penas llegues, hay uno en tu curso, otro en el del objetivo, y el resto están esparcidos por todo el campus.
− Me cuesta creer cuán lejos ha llegado esto de la vigilancia - entendía en parte el por qué había uno en su clase y otro en la de Ryuzaki, sin embargo, habían alrededor de 12 contactos más, restándole los ya mencionados. Habría al menos uno de ellos a cada lugar que visitase − ¿Cómo explicas el que, siendo tan nuevo, ya tenga tantos amigos?
− Al menos 5 de ellos han sido transferidos el año pasado, cuando inició todo esto del plan - estaban en la entrada de la universidad, de allí, sería trabajo de los demás vigilar lo que hacía. Al menos ya podría despedirse de aquel hombre - ya sabrás qué hacer en cuanto llegue el momento.
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Adivina quién: Objetivo - Death Note LxLight
Fanfiction− Tu orden será esa - su jefe le lanzó los papeles hasta su celda - te sacaré de aquí si lo asesinas - en la hoja había un hombre, cabellos negros y piel pálida, ojos grandes y oscuros, con un nombre encerrado en comillas. − Rue Ryuzaki - el castaño...