Prólogo

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ADVERTENCIA
La siguiente historia contiene temas como violencia, mafia, homicidio, abuso de poder, etc., que no deben ser romantizados en la realidad y que no pretenden idealizar o crear fantasías sobre tales situaciones. Esta historia, así como los personajes, eventos y locaciones, son ficticios y sólo buscan entretener. 

Noviembre, 2018

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Noviembre, 2018.
Jongno-gu, Seúl.

Érase una vez... un sueño.

Difuso, caótico, envuelto en capas de instantes y destellos sin sentido que se entretejían sin orden ni coherencia, dando vida a una historia, como en una película de narración desarticulada. Jamás soñó nada igual, pero aunque sabía que todo estaba dentro de su cabeza, sentía como si alguien le hubiera arrebatado el dominio sobre sus sentidos, obligándola a ver (y sentir) sin que pudiera hacer nada para evitarlo. No iba a negarlo, estaba asustada, lo que dejaba en evidencia lo mal que estaban las cosas.

¿Miedo?

Hay quienes dicen que no hay emoción más humana. El miedo te permite sobrevivir, pone alerta los sentidos y dispara la adrenalina. Nadie que se diga humano negará haberlo experimentado, al menos una vez en la vida. Quizás Oh Joohyun no fuera totalmente humana. Tal vez como los otros demonios que escaparon del infierno, ella era la representación carnal de que se podía desconocer el miedo. Vivir sin sentirse atemorizada, ignorar el peligro y no temer al asomarse a la oscuridad.

Parece algo increíble y en realidad no lo es tanto, después de todo, no se puede huir a las sombras cuando se vive en ellas o quizás lo correcto fuera decir que es imposible intentar escapar de sí mismo. Porque esa es la realidad, la verdad que se oculta detrás la máscara, tan siniestra y perversa que sólo los diablos se atreverían a revelar lo que habita bajo el manto que encierra su identidad.

Porque para desconocer el miedo se necesita estar hecho de él, dominar las sombras y reinar la oscuridad.

«Esta es la historia de la princesa oscura...»

No podía verlo, pero sabía que se trataba de él. La persona que le contó el cuento por primera vez, el hombre de cuyos labios se derramaba la verdad, envuelta en fantasías de reinos inventados y magia poderosa alimentada por la fuerza del corazón. Alguna vez, cuando la realidad se sobrepuso al fulgor de la ilusión, Irene odió que ya entonces le mintieran y disfrazaran con palabras dulces el mundo al que pertenecía. No siempre fue así, de hecho, tardó en decidir que el odio y la amargura eran buenos escudos.

La primera vez que oyó la historia, la nevada había cubierto los valles de blanco y el hielo congelado el lago junto a la casa de campo. Irene no sabía que sus padres tenían otro hogar, pero aunque la cabaña no era tan grande como la mansión, poseía el encanto rústico y acogedor de una propiedad escondida en mitad del bosque. Su padre había encendido la chimenea y asaba malvaviscos que después apretujaba entre dos galletas, mientras su madre meneaba la cuchara dentro de una taza, soplando a intervalos para entibiar el chocolate.

Muñeca de cristal [Seulrene] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora