Casualidades

14 3 0
                                    


Ojalá se pudiera decir que fue el destino lo que hizo que, por casualidad, Jade volviera a la misma cafetería aquel lunes, pero esa no era la realidad. Después de todo un fin de semana de dudas y lamentos, por no haberle pedido alguna forma de contacto, decidió que lo más fácil era volver al lugar donde se conocieron, esperando poder volver a encontrarla. No hace falta decir que sus amigos la alentaron a llevar a cabo este plan. Por eso, Jade estaba en una mesa que se encontraba al lado de la ventana observando a los clientes que entraban y salían y a los peatones que pasaban caminando tranquilamente; todo esto mientras se tomaba un té frío, ni siquiera sabía si podría llegar a ver a Perla y tampoco tenía ganas de pagar por algo que no le gustaba, en el caso de que llegara a verla ya se inventaría alguna excusa. 

Jade se estaba ya por rendir cuando una enfadada y frustrada Perla entró a la cafetería. No solía ira tomar un café un lunes, eso se lo reservaba más para el miércoles o el viernes, pero aquel día era lo que más necesitaba: había suspendido un examen importante y no tenía la paciencia necesaria para aguantar al mundo, dicho esto, también sabía que una taza de café caliente la animaría, así que no le quedaban muchas otras alternativas según ella. 

En cuanto Jade la vio entrar se le iluminó la mirada, este era su momento. Esta vez sería ella la que se acercaría a la barra para pedir servilletas, luego se giraría para ver a Perla, le sonreiría y empezaría la conversación con un « Hola ». Era un plan infalible, o al menos eso era lo que pensaba, es decir, ¿qué podría salir mal? Jade inspiró hondo, se repitió la famosa frase de: « solo se vive una vez » y se lanzó a por todas, era ahora o nunca. 

– Hola – dijo una vez hecho todo lo anterior.

– ¿Que quieres? – respondió Perla de mala gana, sin siquiera mirarla. 

– Oh... Pensaba que... No importa, lo siento – dijo Jade con un deje de decepción y tristeza mientras apartaba la mirada de Perla y volvía a fijarla en la barra de mármol, o algo similar. 

– Mira, ahora me lo dices porque no estoy para bromas ni para perder el tiempo – dijo Perla mientras se giraba a mirar a Jade, a quien no reconoció porque realmente no estaba concentrada en la conversación que estaban teniendo. 

– Ah, ya... Em... – dudó unos segundos y seguidamente dijo lo que quería, solo que por los nervios de la situación no se dio cuenta de que fue bajando la voz gradualmente –. So-soy Jade, me conociste el otro día y te vi y pensé en venir a saludarte y a...

– ¡Quieres dejar de dudar tanto y hablar con claridad! ¡No te entiendo para nada! – respondió, aunque no se si a eso se le puede decir respuesta, mientras se pasaba una mano por la cara y agarraba su café –. Ya ha llegado mi orden, así que te voy a dar un consejo antes de irme: ¡preocúpate por tus cosas y deja de molestar a extraños! 

Y dicho esto se fue dejando a Jade allí parada, quién después de haber oído aquellas palabras decidió buscar sus cosas e irse. Ya no le apetecía volver a pisar esa cafetería en su vida, es más, si antes no le gustaba el café, ahora lo detestaba. 

*************

Buenas. Parece que en el capítulo de hoy no le ha ido muy bien a Jade, lo siento por hacerte sufrir de esta manera :( , juro que todo tiene una finalidad, no sufrirás en vano.

¿Alguna vez se han sentido como Perla? ¿O han actuado como ella? ¿O quizás se sientan más identificados con Jade y sus planes? 

En fin, nos vemos en el próximo capítulo :) 

Pero antes de irme les dejo con esta foto de una flor que tomé yo misma, para no dejarlos con un sabor tan amargo. 


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Coffee GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora