A Jade ya no le importa que le guste más el té que el café, porque para estar un rato más al lado de Perla hará lo que sea necesario, aunque quizás Perla no corresponda sus sentimientos.
Habían pasado alrededor de dos semanas, Jade y Perla se hablaban más que nunca y parecía que su amistad solo iba en ascenso, un ascenso que Jade deseaba que acabara en una relación amorosa. Por ahora estaba convencida de que era algo muntuo, pero no quería arriesgarse; si todo iba bien ¿por que fastidiarlo? ¿Cuantas veces había soñado con un amor romántico como este? Sabía perfectamente que tenía idealizado al amor, no podía evitarlo, quería uno de esos amores de películas: largas caminatas por el parque, grandes gestos románticos, pequeños y dulces detalles que solo ellas entendrían, apsionados besos debajo de la lluvia, recitarse poesía mientras toman el sol en un prado verde,...
Da igual la verdad, si te convences de que lo que tu piensas es la verdad, por mucho que no lo sea. Por eso los esfuerzos de los amigos de Jade, para hacerle ver como se estaba ilusionando para nada, eran inútiles.
– ¿Con quién estás hablando? – prguntó Ella; la llamaban así como diminutivo de Elisa, pero también la habían apodado "Lis".
– Con nadie – mintió Jade, aunque no le salió muy bien.
– ¿Con quién crees tu que está hablando? –dijo André con ironía – Con Perla, obviamente.
– ¡Hey! No es tan obvio...
– No me gustá tanto Perla – comentó Nicolás, o como lo llamaban: Nico. Jade lo miró extrañada, por eso él sintió la necesidad de explicarse –. Es solo que no te trató tan bien al inicio.
– Pero eso ya lo hemos arreglado.
– Ya, ya – dudó un poco, no sabía como le sentaría a Jade lo que pudiera decirle –. Pero no es solo eso, con ella es como si finjieras ser alguien que no eres, no creo que eso sea bueno para ti.
– ¿En que momento finjo ser alguien que no soy? No es como si ella no supiera que es lo que me gusta o como me comporto diferente en algunas situaciones.
– Pero no sabe que no te gusta el café.
– Bueno, eso es lo único que no sabe, pero como quieres que se lo diga: ¡nos conocimos debido al café! El amor a veces conlleva sacrificios, ¿lo sabes no?
– Erróneo – interviene André.
– Tiene razón, Jade. El amor no significa sacrificarse sinó aceptar que, pese a los defectos, la otra persona es especial para ti y por eso no quieres perderla – argumento Ella–. Tú tienes miedo a que no sea así, por lo tanto, no te sientes tan segura como crees.
– ¿¡Queréis dejar de opinar sobre mi vida amorosa como si tuvierais una!? ¡Ninguno de vosotros lo entiende, porque ninguno lo siente!
– ¡Hey! Que no tengamos vida amorosa no significa que no podamos dar consejos o que no sepamos que esta bien y que esta mal.
– Jade te has pasado; solo queremos lo mejor para ti, por eso te decimos eso.
– Lo sé, es solo que...– bufó, no sabía exactamente como expresarse, pero tenía que intentarlo –. ¿Nunca os a pasado que había algo que no os gustaba, pero como a alguien que os gustaba le gustaba os acababa gustando?
– ¿Es esto un trabalenguas?
– Esperen, hago latín quizás lo pueda traducir...
– No, a lo que me refiero es a que: a veces hay cosas que no te gustan hasta que conoces a alguien que hace que te gusten – intentó aclarar –. No es tanto el hecho de que cambies de opinion como el hecho de que esa persona lo hizo especial.
– Creo que lo entiendo – intervino Ella, que hacía ya un buen rato que no decía nada –. Pero, aún así, no te pierdas por el camino; todos cambiamos, tanto por nosotros mismos como por la influencia de otras personas, es algo natural, pero no debe forzarte a cambiar solo por alguien que nadie sabe si tendrá alguna importancia o presencia en tu futuro.
– Tienes parte de razón Ella, pero yo creo que todo el que cambia lo hace porque quiere cambiar de cierta manera; aunque no lo sepan – refutó Nico, a quien le encantaban este tipo de conversaciones, es decir, aquellas que parecían debates.
– ¿Ahora nos vamos a poner en modo filosófico o que? – cortó el rollo André, sino se podían pasar horas así – Jade, por muchos consejos que te demos no nos vas a hacer caso; así que tu se feliz y haz lo que quieras. Pero no pienses que lo que decimos lo decimos por celos o algo así, solo queremos lo mejor para ti y por eso es normal que acabemos opinando sobre tu situación, tú simplemente no nos hagas caso, ya lo has dicho tu misma: ¿qué sabemos nosostros sobre el amor?
– Gracias André.
– De nada, para eso estamos – hubo una pequeña pausa que hizo que el ambiente se sientiera un poco pesado –. Cambiando de tema: ¿que corte de peinado se debería hacer Nico?
– ¡Yo creo que le quedaría bien un...
Y así, poco a poco, la conversación previa se fue difuminando hasta no dejar rastro: ahora había un nuevo tema y una nueva preocupación. Pero no por eso significa que todo lo dicho no quedara guardado en la mente de Jade, para bien o para mal.
******************
¡Hey! ¿Qué les pareció el capítulo de hoy? ¿Mucho diálogo?
¿Qué opinan de los amigos de Jade? ¿Tienen un poco de razón? ¿Pueden entender sus puntos?
Sinceramente, si estos les parecieron muy intensos ya veremos que les parecerán los amigos de Perla.
Antes de irme les dejo una foto sobre como se supone que se vería Jade (igual se la pueden imaginar como les de la gana):
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
