♤ The Gay Divorcee ♤

Capítulo 11 : Razones para quedarse

Harry cavó alrededor de los lados del sofá y triunfalmente sacó su calcetín. La última prenda que le quedaba por ponerse. Mientras tiraba de su calcetín, Harry trató de sentirse culpable por acostarse con Orión, pero no lo hizo. Todavía quería volver a tener sexo con Orión, y todavía soñaba despierto con sus fascinantes ojos marrones. Harry sabía que debería regañarse a sí mismo por ser un viajero en el tiempo tan imprudente, se suponía que debía detener dos guerras sin vivir sus sueños húmedos. Orion pasó caminando y se detuvo frente al gran espejo circular que colgaba de la pared, Harry reprimió un suspiro soñador, mientras Orion se enderezaba la corbata de moño. Se volvió hacia Harry, que ahora se estaba poniendo los zapatos.

"¿Tan amigos?" preguntó Orion, sonando inusualmente nervioso. Harry se ató los cordones de los zapatos y sonrió con indulgencia a Orion, "seguro", estuvo de acuerdo, "amigos". Harry podría ser un adulto en esto, no era un adolescente confundido tratando de navegar por las complejidades sociales de salir con alguien, mientras estaba lleno de hormonas confusas. No importaba la voz en la parte posterior de su cabeza que decía que los amigos no hacían el tipo de cosas que ellos dos se habían hecho la noche anterior. Orión le devolvió la sonrisa a Harry, su confianza regresó.

"Me gustaría volver a hacer esto alguna vez", sugirió audazmente, parándose frente a Harry. "¿Sí?" Harry sonrió, sintiéndose extrañamente complacido. Harry había tenido relaciones casuales antes, y disfrutaba durmiendo con Orion, aunque sus relaciones casuales nunca se habían acercado a nada como la noche anterior. "Amigos con beneficios entonces," sugirió Harry poniéndose de pie. Orion consideró las palabras de Harry antes de asentir con la cabeza, Harry recordó que la frase 'amigos con beneficios' aún no se había convertido en una frase popular para las relaciones sexuales.

"Sí, con 'beneficios'", dijo Orión con voz ronca, recorriendo con los ojos la forma de Harry de una manera lasciva, era ridículamente sexy. Harry resopló un poco, sintiéndose encantado por el obvio deseo de Orión. Probablemente no era aconsejable enredarse así con alguien que estaba muerto en el futuro del que Harry había venido. Pero Harry estaba atrapado aquí, iba a cambiar el futuro, así que no importaba si se permitía tener esto con Orión. Bien podría acostarse con el hombre ya que todos ya pensaban que lo estaba haciendo. No tenía nada que ver con la sensación de vértigo en su estómago, nada en absoluto. Harry quería sellar su trato con un beso, solo logró abstenerse de hacerlo.

"¿Vamos entonces?" Orion dijo, tendiéndole la mano a Harry, él la tomó con calma, estaba empezando a convertirse en un hábito un poco cómodo. Salieron juntos y se dirigieron hacia el corredor Flú dejando que todos vieran que habían pasado la noche juntos. Esta vez las conclusiones que todos sacarían serían correctas, no debería sentirse ni la mitad de complacido por eso, pero a Harry estaba empezando a no importarle. Ya pasó demasiado de su vida preocupándose por las opiniones de los demás.

~ ~

Fleamont miró por encima de su periódico cuando Harry bajó de su habitación habiéndose puesto ropa limpia. Euphemia evaluó a Harry pensativamente desde donde estaba sentada jugando a las cartas con Charlus y los niños. "Buenas tardes, Harry", Dorea lo llamó alegremente, invitando a Harry a unirse a ella junto a las ventanas. Harry todavía se sentía un poco cauteloso con los miembros de su familia. Quería gustarles mucho a todos, pero tenía muy poca experiencia con la familia real. Los Dursley no contaban. La familia Weasley era todo lo que Harry realmente tenía como ejemplo de familia. Pero incluso entonces nunca fue una parte de su familia, solo el amigo de Ron, y luego también el novio de Ginny, y volvió a ser solo el amigo de Ron. Habían pasado años desde la última vez que había sido invitado a una Navidad de la familia Weasley.

Dorea estaba trabajando en un paisaje detallado, el aire a su alrededor tenía un fuerte olor a pintura. "¿Puedes pasarme ese azul?" preguntó Dorea, señalando un tubo delgado de pintura. Harry se lo dio y trató de leer sutilmente el frente del periódico de Fleamont. "Estás en El Profeta de nuevo hoy", comentó Dorea haciéndole saber a Harry que no estaba siendo muy sutil en absoluto. "¿Quieres que hagamos que dejen de acosarte?" Charlus ofreció dejar de prestar mucha atención al juego de cartas, James aprovechó la oportunidad para echar un vistazo a la mano de Charlus mientras estaba distraído. Harry captó la mirada de su futuro padre y sonrió con complicidad, era tan raro que su padre fuera más joven que él, Harry se sentía más como el pariente mayor que pretendía ser que como el futuro hijo que era. No le importaba, era agradable ser parte de una familia y quería estar en la casa de alguien.