♤ The Gay Divorcee ♤

Capítulo 47: Satisfacción

Harry apenas podía creer que todo había terminado. Voldermort se había ido por completo. Orión había destruido todo lo que Riddle podría haber querido convertir en un horrocrux. Incluso objetos que Voldemort nunca había usado en el futuro en el que Harry había vivido, como la espada de Gryffindor. Harry miró a Orión, que se había unido a la conversación que todos estaban teniendo en medio de un bosque en Rumania. "Estrellas, nunca había escuchado algo así". Dorea se estremeció, frotándose las orejas.
"El Diario y el medallón de Slytherin gritaban así". Orión les informó sombríamente. Vita estaba tan pálida que estaba verde. "

Entonces se acabó. ¿Ya se han ido todos? Lucrecia preguntó de repente el Harry más solemne que la había visto hasta entonces. No había burlas en su voz, como si descubriera que no había nada de qué reírse en este momento.

Pero Harry quería reír, quería bailar, quería gritar a los cuatro vientos que todo había terminado. Había ganado, había ganado de verdad. Sus padres nunca morirían. Harry nunca viviría una infancia de sufrimiento y terror. Innumerables víctimas de Voldemort y sus mortífagos nunca morirían. Había ganado. Harry gravitó hacia Orión, entrelazó su mano alrededor de la parte posterior del cuello de Orión, tirando del cabello de su nuca y tiró de él para besarlo. —Gracias —susurró Harry, apartándose para mirar sus ojos oscuros y arremolinados antes de volver a besar a Orión. Harry escuchó vagamente a los demás quejarse de las gráficas demostraciones públicas de afecto, pero Harry estaba demasiado ocupado redescubriendo el tacto de la lengua de Orion y la firme sensación de sus brazos alrededor de la cintura de Harry.

Harry acercó a Orion y los alejó del bosque y pasó por una impresionante cantidad de guardianes en Grimmauld Place. Harry empujó a Orion sobre la cama y lo siguió con el ímpetu. Viajar a través de esas pesadas salas dejó una breve sensación como de alfileres y agujas en sus brazos. Harry sacudió los brazos, deshaciéndose de la sensación y felicitó a Orion en sus pupilos. Orion le sonrió: "Se suponía que no podías seguir haciendo eso, apareciendo como si no hubiera nada más allá de las salas de una casa. Usé todos los trucos que tuve para tratar de bloquear eso". Harry frunció el ceño, pero Orion los volteó antes de que Harry pudiera sentirse inseguro por mucho tiempo. Orion lo besó, "Todavía los atravesaste como si no fueran más que telarañas", volvió a besar a Harry. "Eres el hombre más sexy del mundo". Orion gimió, Harry sonrió en el beso, su corazón lleno por el amor de Orion.

"Estoy bastante seguro de que eres tú", bromeó Harry, golpeando un beso húmedo a un lado de la mandíbula de Orion. —He pasado todo el día viéndote aterrorizar a todo el mundo que se interponía en tu camino... Harry volvió a besar a Orión, observando con fascinación cómo un suave color rosado se elevaba en sus mejillas. "Eras imparable, era muy sexy. Y lo hiciste todo por mí, hombre hermoso". Harry murmuró y hundió sus dedos en la carne del culo de Orión, disfrutando del sonido conmocionado del deseo que hizo. Su rostro estaba rojo por todos los elogios. "Voy a desnudarnos". Dijo Harry con calma. Orión tragó saliva y asintió, con los ojos nublados por la lujuria. "Entonces quiero que me montes, así". Harry palmeó los muslos de Orion, donde ya estaban a horcajadas sobre la cintura de Harry.
—Joder, sí —gimió Orion y comenzó a atacar su camisa, moviendo sus caderas en pequeños empujones desesperados—. Harry dejó que su magia se enroscara a su alrededor, desapareciendo sus ropas. Se tomó un momento para admirar el rubor en el pecho de Orión. Su forma desnuda esculpida, músculo suave y vello corporal oscuro. Orion se encontró con él mirando fijamente, sus ojos oscuros vagando por la forma desnuda de Harry extendida en la cama frente a él. Bebiéndolo y trazando sus manos sobre Harry. —Eres jodidamente hermosa —le murmuró Orión—. Harry deslizó lentamente sus propias manos por los gruesos muslos de Orion antes de llegar a su objetivo y lentamente metió un dedo en Orión. Orion mantuvo sus ojos fijos en los de Harry, inclinándose ligeramente hacia adelante para agarrarse a la barandilla de la cama. Suaves gruñidos cayeron de sus labios perfectos hasta que Orion comenzó a desesperarse. —Harry —jadeó—. – Harry.

Harry parpadeó hacia él empujando inocentemente sus dedos, tal vez un poco malvadamente solo para poder ver los músculos del pecho de Orion apretarse de esa manera. —¿Sí, amor? Dijo que Orion le dio media mirada, colocándose con cuidado en el regazo de Harry, ya que Harry tenía sus dedos en el culo de Orion. Orion movió sus manos, agarrando la polla de Harry dándole unos cuantos bombeos que hicieron que Harry se pusiera tenso por completo. Harry soltó sus dedos y vio a Orion mover sus caderas y alimentar a Harry con él. Era el turno de Harry, gruñir, jadear y susurrar desesperadamente el nombre de Orion. Se obligó a esperar, a no moverse mientras Orión lo introducía lentamente, centímetro a centímetro tortuoso. Las caderas de Orion se enrojecieron con las de Harry, podía sentir el culo de Orio descansando sobre sus testículos. Subía y bajaba. Aceleró el ritmo y el cerebro de Harry se iluminó con el placer. La boca de Orión se encontró con la suya en un beso húmedo y sucio. —Te quiero —se oyó decir Harry—.
—Te amo —respondió Orión, mordiendo húmedamente la boca de Harry—.

Después se acostaron allí, envueltos el uno en los brazos del otro. Apretados de pies a cabeza, como si estuvieran tratando de pegarse permanentemente. Harry sintió el desorden seco en su ingle y lo deletreó antes de que pudiera cementarse a su piel. Pasó una mano por Orión, limpiándolos a ambos. Orión hizo un ruido suave, estaba despierto pero tenía los ojos cerrados. Suspiró profundamente con satisfacción, de alguna manera logrando acercar aún más a Harry a él. Harry soltó un brazo para poder quitarse las gafas y llevarlas suavemente a la mesita de noche. Orion hizo magia con el edredón para cubrirlos a ambos y susurró "Nox". En la oscuridad, Harry se acurrucó cerca de su amante, acomodándose en una mezcla de partes cálidas del cuerpo y sábanas frías.