Capítulo 3

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8 AÑOS DESPUÉS

_San, llegarás tarde_ Escuchó decir a su mamá.

No tenía muchas ganas de ir al primer día de clases, así que se acurrucó entre las mantas y cerró de nuevo sus ojos quedándose dormido de nuevo.

_Si te no levantas ahora mismo llamaré a tu madre_ Dijo la omega que ya no sabía cómo amenazar a un adolescente dormilón como lo era San.

Para San era lo mismo, pero para no hacer pasar un mal rato a su mamá hizo lo que se le pidió y finalmente se levantó de su cómoda cama, a veces soñaba con ya tener su propia casa y despertarse a la hora que quisiera sin amenazas.
Cepilló sus dientes y lavó su cara, agradecía haberse bañado la noche anterior así que se ahorraba esa parte.
El uniforme estaba perfecto, lavado y planchado. Su mochila apenas estaba hecha pero sabía que tenía lo necesario como papel y lápiz, aunque los primeros días nunca hacían nada y menos si eras de último año de escuela.

Desayunó junto a su hermano quien luego partiría a la universidad, saludó a su bella mamá y salió de casa para comenzar su camino hacia la escuela.
Ya tenía 17, apenas los cumplió había sacado su licencia de conducir la cual estaba impecable así que podía manejar sin problemas y ahorrarse el viaje en autobús lleno de gente.

De camino decidió ir por un café y así mantenerse despierto durante las aburridas clases donde el profesor se presentaba a él mismo, a su materia y luego diría que cada uno se presentara y dijera su materia favorita. Era lo más aburrido en los primeros días de clases, odiaba eso y prefería dormir siestas mientras todo eso pasaba.

_San! Por aquí_ Llamó su amigo quien esperó en la puerta para ir juntos al salón.

Mingi era un alfa dominante igual que San, se conocieron la vez que ambos coincidieron en la enfermería debido a que su primer celo había llegado sin previo aviso y tuvieron que mantenerlos allí hasta que los supresores le hicieran efecto.
A partir de ese día se hicieron cercanos, eran compañeros pero antes de ese encuentro no solían hablar pues cada uno tenía sus cosas, mientras Mingi salía de clases solo para hace su deportes favorito, San estaba en su lugar durmiendo. Ahora eran inseparables amigos que escapaban de clases cuando no querían aburrirse.

_Tomé los supresores pero aún así él aroma está matándome, es asqueroso_ Dijo Mingi disgustado.

El tener que estar en lugares donde tanto alfas como omegas convivían en un mismo lugar podía agobiar a algunos alfas y estos debían tomar supresores para inhibir sus sentidos. La mezcla entre aromas dulces, amargos, fuertes y delicados lo mareaban y le provocaba náuseas. Además algunos omegas ya asistían marcados y esto hacia que su aroma a alfa sea fuerte, aún más cuando estos por los celos los dejaban impregnado diez veces más marcando su territorio para que nadie se atreviera a acercarseles en su ausencia.

_Es el primer día es solo eso_ Contestó San que a diferencia de su amigo él podía controlarse y no agobiarse por aromas.

_Ya quiero marcar a mi omega y solo sentir su aroma_ Comentó Mingi.

_A ti no te permitieron marcar hasta los 20, estás peor que yo_ Rió San burlándose de su amigo y es que tenía prohibido marcar ya que Mingi al ser tan impulsivo, a sus 16 años quería marcar cuanto omega se le cruzara sin siquiera pensar en las consecuencias. Era algo que aún no podía controlar, su animal era más fuerte que él.

_Yo sé a quién quiero marcar, no soy como antes_

_Hmm, la idea es que ese Omega te corresponda, ni siquiera le hablas_ Mencionó recordando las veces que Mingi intentó seducir al omega de la otra clase, quien al tomar supresores fuertes no podía sentir a Mingi ni aunque estuviera a centímetros de él.

La campana comenzó a sonar dando aviso de que todos debían entrar a sus salones y comenzar sus respectivas clases. Los dos chicos caminaron por los pasillos dirigiéndose a su nuevo salón para elegir los mejores asientos y esperar a que su nuevo profesor llegara.

_Buenos días a todos, como lo indica el protocolo antes de empezar presentaremos a los nuevos estudiantes_ Dijo el profesor apenas entró, dejó su maletín sobre el escritorio y se dirigió hacía la puerta dejando entrar a los tres nuevos compañeros.

San y Mingi por su parte dibujaban garabatos sin siquiera prestar atención esperando a que la clase terminara y no es que ellos fueran flojos, pues entraban en el top de calificaciones más altas, solo no querían pasar por la aburrida experiencia del primer día.

Las horas pasaron y por fin era el momento que tanto esperaban, la hora del almuerzo.
Como acostumbraban desde que se conocieron, fueron a pedir su comida y se sentaron lejos de todos así poder hablar de sus cosas y no sentir tanta gente cerca.

_Moría de hambre_ Exclamó Mingi pudiendo devorar su sandwich.

En ese instante San se distrajo y comenzó a sentir un fuerte aroma, era el más dulce y delicioso de todos, tanto que destacaba entre todas las personas que habían en esa cafetería.

_¿Eso es Jazmín?_ Preguntó en voz baja a Mingi mientras le faltaban pulmones para sentir aún más ese aroma. 

_¿Jazmin? Eso es durazno_ Contestó su amigo quien también se abrumó de un aroma pero completamente diferente al que San sentía.

Claramente ambos habían sentido a omegas diferentes y la atención de estos fue directo a dos chicos parados esperando por su comida.

_¿Ese es?_ San intentó ver bien, pasó sus manos por sus ojos tratando así de aclarar su vista.

_Es precioso_ Dijo Mingi al ver el omega que estaba bebiendo su jugo.

_¡¡Wooyoung!!_ Gritó felizmente llamando la atención del joven.

No lo pensó dos veces y fue directo hacia él. Aún no había llegado pero en su mente ya lo había abrazado, besado y abrazado aún más de la emoción que tenía de verlo después de tantos años.

_¡¡Wooyoung volviste!!_ Dijo San al ya estar enfrente de él.

Estiró sus brazos hacia su viejo amigo pero su enorme sonrisa se fue difuminado poco a poco al ver que no tenía reacción alguna de su parte.

_Tú... ¿Tú quién eres?_ Preguntó desconfiado ya que las fuertes feromonas de San se habían descontrolado y abrumaron al joven omega.

No Me Olvides Esta Vez «WooSan» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora