Réquiem de invierno

Capitulo 12

Confianza y Lealtades

"No me gusta esto. Para nada..."

"¿Cuándo dijiste que te gustaba algo, bastardo?"

"Pero esto es diferente... lo sabes."

"Lo sé... pero ¿tienes alguna idea mejor sobre cómo asegurarnos de que nuestra carga no sea revisada en tránsito? Ya estamos bastante preocupados". respondió un hombre mientras continuaba remando su barcaza en aguas desconocidas. Aguas que nunca han cruzado antes o en las que nunca se han atrevido a navegar.

El remo de madera se movió lenta pero seguramente hacia las tranquilas aguas mientras vadeaba el lodo. Todo era evidentemente de naturaleza pacífica. Tranquilos, solo en consuelo y en armonía mientras se escuchaban los cantos de los pájaros y el susurro de las hojas de los árboles que los rodeaban a ambos lados del arroyo.

El día también estaba en el apogeo de su fuerza. Los rayos del sol tocando las puntas de los árboles más altos hasta el mismo suelo y las estructuras en ruinas que yacían cerca de ellos. La vista era inquietante, escalofriante, pero hermosa en el sentido de que tanta historia ha transpirado aquí. Tantas historias de victoria, tragedia y colapso que la mayoría de esas historias ahora están tan perdidas como los ecos de las voces que una vez caminaron en estas ruinas de antaño. Su valor y fuerza para seguir existiendo ahora formaba parte de la voluntad de la naturaleza. Desmoronándose y obligado a devolver todo a la tierra.

Si tan solo esas piedras pudieran hablar ahora...

Pero las almas que una vez caminaron por estas aguas y los terrenos en los que ahora se encontraban aún permanecerían. Permanecer en una naturaleza que algunos considerarían antinatural.

O eso es lo que sugieren los cuentos.

Cuentos que bien recordaría Lysyllo Forelar de los muchos viajes que tuvo con su pareja y el hombre con el que discutía en ese momento, Irrynio Ennymion que así se llamaba. Lysyllo no era una persona que creyera en los cuentos de tales monstruosidades y cosas por el estilo de las que algunos hablan mientras están borrachos y en los momentos de inactividad de la navegación en los que intentan despertar el interés de los miembros de la tripulación en un viaje. Había escuchado un número bastante decente de ellos y aunque tenía interés en las diversas imaginaciones que poseían esos cuentos...

Simplemente se sorprendió por lo espeluznantes y extrañas que eran estas aguas.

Como páginas extraídas de una historia que fue diseñada para asustar incluso a los marineros más audaces dentro de las regiones desconocidas hacia las que la gente trata de evitar navegar.

Estas aguas eran parte de eso, y parte de esos cuentos mencionan la desaparición de aquellos que se atreven a aventurarse en estas aguas. Nunca más ser escuchado, nunca más hablar de él. Su legado, independientemente de quiénes fueran, se perdería, al igual que los habitantes de esta ciudad que alguna vez fue poderosa. Provocado por la destrucción que algunos dirían que fue causada por su propia voluntad.

"No me gusta este lugar... todo está mal". Lysyllo comentó con un tono lleno de paranoia e incertidumbre mientras miraba a su alrededor, viendo las muchas estructuras en ruinas y enredadas con vegetación mientras se marchitaban con el paso de los siglos.

Irrynio que estaba cuidando su barcaza no sentía lo mismo. Siguió con su trabajo mientras continuaban río abajo. El sonido del agua cerca mientras continuaban avanzando. La hierba y el barro se vieron con gran detalle a través de los ojos de Lysyllo cuando pasaron junto a ellos.