Revelaciones (Segunda parte)

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El último cuerpo cayó, el rubio aún tenía el rostro lleno de lágrimas, los cuerpos deformes comenzaron a regresar a su estado original, pudo ver a los niños sin vida, pero dos de los pequeños en particular tenían una leve sonrisa.

- debemos irnos Naruto, ese sujeto querrá escapar y se llevará a Sasuke

- tomemos los caminos que elegimos

- solo dime una cosa, él ¿Es como tú?

El rubio cerró los ojos

- me temo que sí

- ¡¡Maldicion!! Si logra escapar podrá manipularlo, no sabemos la fortaleza mental de Sasuke ... Esto es problematico.

- no lo será, no dejare que coloqué sus sucios trucos en él.

Y sin esperar más, salió corriendo

- Naruto, no puedes perder más seres queridos.

Lo vio por última vez y también emprendió el camino.

†*************†

Los guardias iban bajando de la montaña, pero el olor a cadáveres era muy fuerte, a lo lejos podían ver la masacre.

- ¿Estás seguro de venir Iruka?

- si mi comandante, no voy a perderme la oportunidad de saber al fin la verdad

Atrás de ellos iba otro grupo

- no se porque pones esa cara

- y como quieres que esté, todo este lugar es peligroso y tú quieres venir, no te importa el bienestar de Sakumo

- me preocupa, por eso estoy aquí, no voy a permitir que mi hijo crezca en mentiras.

- ¿A qué te refieres?

- ya lo sabrás querido.

Los otros jóvenes solo guardaron silencio y continuaron el camino

†*************†

Poco a poco iba reaccionando, su cuerpo estaba entumecido, pero no podía estirar nada, estaba en una pequeña jaula y podía ver aquel sujeto guardando varias cosas en una maleta.

- sabía que esa inyección sería momentánea, debo usar las mismas medidas de experimento dos

- deja de hablar y sácame de aquí

- lo siento, eres un ser perfecto y por ti vendrá el otro.

- ¡¡Dije que me liberes!!

Gruño y sus uñas crecieron para rasgas y sacudir la jaula.

- solo te vas a lastimar, crees que no prepare mis juguetes para seres cómo ustedes, experimento dos me dió muchos problemas.

- deja de llamarlo así, su nombre es Naruto

- esa estúpida mujer lo nombró asi, pero en realidad el no tiene nombre, Dios jamás se lo daría.

- Eres un ser enfermo ... Cómo osas hablar de Dios con los crímenes que has hecho.

El sujeto dejo de meter las cosas a la maleta, se acercó hacia la jaula mostrando una tetrica sonrisa.

- Yo soy Dios, el Dador de vida y tú me debes la tuya.

- acércate para poder agradecerte

- jajajajaja, no pequeño, no dejare que me cortes la cabeza, pero pronto me harás caso.

El doncel siguió intentando cortar las los fierros, pero entonces un fuerte estallido se escuchó a unos metros.

- maldito Gamabunta, contrato a gente mediocre, seguro que esos adefesios de dejaron matar.

The Kyubi (m preg) narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora