ᴇʟ ɴɪÑᴇʀᴏ| ᴊɪᴋᴏᴏᴋ

ᴛʀᴇᴄᴇ🦋

Jungkook despertó sin nadie a su lado, no está muy seguro de a qué hora JiMin  se fue de su habitación pero decidió restarle importancia. Era lunes por la mañana, así que Jungkook hizo su rutina de siempre y bajó a desayunar con los niños y JiMin  antes de que tuvieran que irse a sus obligaciones.

Se encontró con la sorpresa de que Irene  de nuevo estaba ahí y de nuevo estaba sentada en su lugar, así que sin querer hacer mucho drama por aquello solo saludó a los niños e hizo una breve inclinación para ambos adultos, luego hizo su camino derecho hasta la cocina. Por desgracia no pudo evitar escuchar la voz burlona de la castaña alegando que por fin había aprendido donde está su lugar.

— Buenos días, HoSeok. — saludó con una sonrisa que fue correspondida.

— Buen día, ricitos. — respondió el rubio, luego echó una vista detrás del rizado y suspiró con pesadez. — y muy buenos días al parecer, eh. — dijo por cierta castaña que estaba del otro lado de las puertas de la cocina.

— Ni me lo digas, ¿No tiene casa o qué?— Se quejó mientras tomaba una taza para servirse café, sacándole una carcajada a HoSeok 

— Its my right to be hellish, I still get jealous. — Cantó HoSeok  con burla antes de salir de la cocina, dejando a Jungkook con sus mejillas teñidas de rojo, soltó una risa un poco nerviosa y rodó los ojos divertido.

Comenzó a ir por toda la cocina buscando los ingredientes necesarios para preparar los almuerzos de los niños, iba de aquí a allá tomando y dejando cosas, preparando tres diferentes comidas de acuerdo a los gustos de los chiquillos. Todo eso sin darse cuenta de la atenta mirada que lo seguía de un lado a otro, con una sonrisa ladeada y un cigarrillo en su mano.

— ¿Podrías preparar algo para mí? Saldré y la comida de allá afuera no es tan buena.—  Jungkook dio un salto en su lugar y llevó una mano a su pecho, soltando de golpe el cuchillo que estaba usando.

— Consideraré la idea de poner un cascabel en tu tobillo—  JiMin  rió al mismo tiempo que expulsaba el humo por su boca, y Jungkook creyó que es lo más sexy que ha visto en toda su vida. — ¿Por qué fumas tan temprano?—  Preguntó sin mirarlo y continuando con lo suyo.

JiMin  le dio una última calada al cigarrillo y después lo apago en un cenicero que convenientemente estaba sobre la isla de la cocina. — Lo siento—  se disculpó una vez que exhaló el humo — estoy algo nervioso hoy.

Jungkook dio media vuelta y se recargó sobre la isla, fijando su mirada al castaño y tal vez poniéndolo un poquito nervioso pero eso no tenía por qué saberlo.

— ¿Y eso por qué? ¿Esta todo bien?

JiMin  se encogió de hombros y se sentó sobre un banco delante del rizado. — Hoy tengo una reunión con Min Yoongi para hablar sobre su papel en la obra que estoy preparando. — suspiró.

Jungkook rápidamente se enderezó y sus ojos se abrieron sorprendidos. — ¿Min Yoongi?

JiMin arqueo una ceja. — Ya, ¿Fue todo lo que escuchaste?