"¿Me permite su currículum?"
"¿Qué? Ah, sí." le tendió la hoja. "Tenga"
JiMin tomó la hoja, manchando un poco sus dedos tinta roja. Frunció el ceño.
"¿Crayola?" Preguntó.
"Lápiz labial" corrigió Jungkook con una sonrisa.
"Por supuesto, que lind...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jungkook tocó la puerta un par de veces y entró después del frío y directo "pase", el ceño de JiMin se suavizó al ver la figura del rizado entrar nuevamente por aquella puerta. Quitó sus lentes, acomodó su cabello con una mano y se echó hacia atrás, recargandose en el respaldo de la silla a la par que soltó un largo suspiro.
—Creí que eras Irene. — el alivio en las palabras de JiMin era obvio, pero aún así Jungkook llevó una mano a su pecho ofendidisímo.
—¿Tan rápido y ya estamos insultando? No se tome muchas libertades, señor Park. — y por muy enojado que se escuchara Jungkook aún así se iba acercando hasta quedar recargado en el escritorio y a lado del castaño. —Si quieres me voy y llamo a Irene. — JiMin soltó una carcajada por la actitud del rizado y tomó su mano con la propia, entrelazando sus dedos.
—No creo que sea necesario. — respondió risueño, llevó la mano entrelazada su boca y besó los nudillos del menor.
Jungkook volteó hacia otro lado mientras sentía el calor subir por sus mejillas. Por Dios, seguramente parece una fresa ahora mismo ¡Qué pena!
Escuchó otra risita de parte del mayor y luego unos dedos sobre su mentón, obligándolo a voltear nuevamente hacia esos lindos ojos azules que le roban el aliento muy seguido.
—Realmente te ves muy hermoso así. — el aliento de JiMin chocó contra los labios de Jungkook, ¿En qué momento se habían acercado tanto? — Precioso, magnífico. — halagó nuevamente.
Sin ser muy consciente de lo que estaba haciendo, JiMin tiró de las manos de Jungkook haciendo que éste se sentara sobre su regazo, y por inercia Jungkook pasó sus brazos por los hombros del mayor. Quedaron aún más cerca de lo que estaban.
Y ninguno de los dos le importaba.
—Yo solo venía a decirte que la comida ya está lista. — murmuró el rizado.
JiMin rió, descansó uno de sus brazos en las piernas del menor y el otro lo usó para abrazar su cintura.
—Voto por que nos quedemos un poco más así. — Jungkook negó.
—Tienes que comer antes de irte al teatro para los ensayos.
—Puedo enviar a Irene. — el mayor se encogió de hombros.
—Pero... Yo quería ir contigo. — Jungkook hizo un puchero que JiMin quiso besar pero se contuvo de hacerlo.
El castaño arqueó una ceja. — ¿Ah, si?
Jungkook asintió y sonrió marcando sus hoyuelos.
—Quiero ir a ver a YoonGi. — el rostro de JiMin se deformó en una mueca y su mandíbula se tensó. Si a Jungkook le preguntan, se ve jodidamente sexy de esa manera.
—Entonces no. —su voz salió autoritaria y fría, haciendo que un escalofrío recorra por toda la espalda de Jungkook. Es que este hombre no es más sexy solo porque no quiere.
