ᴄᴀʀᴛᴏᴄᴇ🦋

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—No insistas, Irene, no hay manera

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—No insistas, Irene, no hay manera. — le dio una calada al cigarrillo que sostenía en su mano.

—¿Pero cómo vas a dejar pasar la oportunidad? ¡Es Min Yoongi! Y él es solo... Solo Jungkook, el niñero. — se quejó por décima vez en la tarde.

JiMin expulsó el humo por su boca y miró a la castaña con una ceja alzada.— Y yo soy Park JiMin, y si digo que no es porque es no. — Irene rodó los ojos. — Puede haber otra manera de solucionar esto.

—¿Y si no la hay?

—Tiene que haber, firmó un maldito contrato. — sobó sus sienes con frustración.

—¿Siquiera le has preguntado a Jeon? Tal vez a él no le desagrade del todo la idea. — la castaña suspiró impaciente y se sentó delante de JiMin. —Escucha, hagamos esto: voy a salir por esta puerta, buscaré al rizado y le preguntaré qué opina. Si su respuesta es afirmativa arreglaré todo para que sea una sola cita, después de eso no más. — JiMin escuchó con atención y una sonrisa egocéntrica se plantó en su rostro.

—Bueno, adelante. — Irene sonrió y salió de la oficina casi corriendo. JiMin soltó una risita y negó varias veces.

Suerte con eso, Bae. Jungkook no aceptará.

Decidió matar el tiempo dándole un repaso al libreto de su obra y corregir algunas cosas cuando era necesario. Ser el productor más famoso de Broadway era algo de mucho cuidado, no se podía permitir un pequeño error teniendo en cuenta que contaba con los críticos más duros, se atrevería a decir, de todo el país.

Un grito lo hizo ponerse alerta y corrió hasta aquella dirección. Si bien Jungkook se la pasaba gritando todo el día, nunca era algo como aquel que sonó por toda la casa.

Cuando cruzó por la sala para subir las escaleras se encontró con HoSeok, quien también lucía alarmado. Ambos subieron las escaleras casi corriendo y tropezando con sus propios pies, no paso mucho cuando ambos estaban hiperventilados en la puerta de la habitación de Jungkook.

JiMin no lo pensó mucho y abrió la puerta con algo de brusquedad, analizó cada centímetro de la habitación esperando encontrar algo que fuera una amenaza para JiMin, sin embargo solo encontró a Irene dentro.

"No me sorprendería de que Irene sea la amenaza", pensó JiMin. Miró a la castaña buscando respuestas pero ella solo se encogió de hombros y le dio una sonrisa de autosuficiencia.

—¿Qué pasa? —se atrevió a preguntar por fin, fijando su vista en el rizado con mejillas rojas y con los ojos más brillantes que había visto nunca.

Después de un rato en silencio JiMin iba a preguntar de nuevo, pero Jungkook se levantó de un salto y gritó de nuevo asustando a los tres presentes de ahí.

—¡Voy a tener una cita con Min Yoongi! —Jungkook celebró dando pequeños saltos y agitando sus manos en el aire.

JiMin frunció el ceño y Hoseok soltó una carcajada burlándose por la cara de su jefe, los dos vieron al rizado celebrar y balbucear cosas inentendibles pero que definitivamente tenían que ver con el actor.

ᴇʟ ɴɪÑᴇʀᴏ| ᴊɪᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora