Al Final Fuiste tú [En Proceso].

Capítulo 12.

La mañana llega y yo no pude pegar el ojo en toda la noche, aún sigo pensando en mi madre ¿le digo a mi padre? ¿Cómo tomará que mi madre le es infiel? A mi me duele y no quiero pensar lo que él sentirá, tampoco puedo ocultárselo pero me da miedo la reacción que él pueda tener…

Me debato entre decirle o no y mientras lo hago termino de hacer mis cosas y me alisto para irme al instituto, es inicio de semana y no puedo faltar a estudiar, mis líos mentales y sentimentales los dejo en casa en cuanto salgo por la puerta o al menos trato de hacerlo.

Soy experta en reprimir mis emociones y sentimientos pero siento que necesito hablar de esto con alguien, necesito desahogarme, pero también tengo miedo de lo que puedan pensar, yo tengo la cabeza llena de muchos pensamientos y no quiero que ahora sí las personas vean lo que mi familia es en realidad, si es que puedo llamarla familia. Saber el dolor que va a sentir mi padre me parte el alma.

Camino un poco y luego llego a la heladería, mis padres no se encuentran por lo que ahora tengo que irme sola al instituto, abro la puerta de madera y el ambiente fresco me recibe, adentro todo es tranquilo y puedo divisar a Sonia quién al verme me recibe sonriente, algo que me gusta de ella es su actitud, nunca en el tiempo que llevo conociéndola la he visto lamentarse por lo que le suceda y afronta las cosas con una sonrisa, quisiera poder ser de esa manera… me saluda mientras tararea una canción.

—Ahora sí has tenido tiempo de pasar a comprar —murmura posando sus ojos café en los míos —, hace tiempo que no te veía, el estudio te a retenido mucho.

Si supiera que no es el estudio…

—Hice un pequeño tiempo, justo ahora voy para el instituto pero se me antojó uno de esos deliciosos helados que vendes —Su sonrisa se ensancha un poco más.

—¿Sabor…? —Indaga y yo le dedico una mirada de ¿de verdad lo preguntas? —¡Ah¡ sí, de chocolate.

Pone manos a la obra mientras yo me dedico a observar mi entorno pero la verdad es que mi mente está en otro lado, en otra situación…

—¡Hola! —hablan en la puerta y volteo a ver a Alex con una sonrisa. Lo veo entrar junto a Leo —¡¿Pero mira quién está aquí?! — Se acerca a abrazarme.

Sonia, quién me ha entregado el helado nos ve expectante en todo, por el momento no hay clientes y los únicos que estamos somos Alex, Leo, Sonia y yo.

—Que bueno verlos  —los saludo —¿Qué hacen aquí? —No puedo evitar preguntarles.

—Vamos para el instituto —Ahora es Leonardo quién habla —. Y pasamos a comprar.

—¿Quién es él? — me pregunta Sonia en el oído señalando a Alex cuando se alejan a sentarse a una de las mesas.

—Mi mejor amigo —Respondo en un susurro y ella lo analiza de pies a cabeza.

—Oh, y tu hermano viene con él.

—No es mi hermano  —susurro solo para las dos.

—¿No?  —frunce el ceño viéndome y luego viendo a Leo —Podría jurar que sí  — susurra también de forma confidencial.

Niego con la cabeza y no deja de observarnos, me acerco a los chicos a hablarles con más privacidad pero siento la mirada de Sonia sobre nosotros todavía.