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-Acordemos que no fue lo más inteligentes que has hecho, pero los fans no tiene la culpa- Luke se encogió de hombros -No tienes que ponerte neurótica con ellos.
-Si, como digas- Tay trato de actuar como si eso no importara.
-Bueno supongo que quedamos Livi y yo ¿Cierto?- Emily sonreía -Habla chiquita.
Livi cruzo sus manos sobre su cabeza y se dejó caer en el suelo -La verdad es que esto ya me parece aburrido- Suspiro -¿Por qué hacemos esto?
-Tu bien lo sabes- Tay se colocó en pie delante de ella -Para mostrares que lo que ellos nos hicieron no nos mató, que por el contrario no nos arrepentimos pues...
-Sí, sí. Ya se me esa línea, fue mi idea en todo caso- Livi se levantó -Mi turno.
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Hay muchas formas de justificar nuestros errores, pero la verdad debo decir que no lo justificare. Esto fue lo que fue, y no me arrepiento, me ayudo a madurar de algún modo, si es que eso fue lo que hice.
Y honestamente ya yo me lo veía venir, pero ya saben cómo es uno, suele saltar sin saber que pasara, y otras sabiendo como acabara: estampado contra el pavimento.
La tarde corría tranquila, una briza suave adornaba el aire, y el verano estaba por terminar, la escuela se acerba de nuevo, solo este año y al próximo terminaría. Y mientras su trabajo en el único bar juvenil de la ciudad le daba para pasarla agradable a Livi, ella siempre fue un poco liberal y muy auto suficiente.
-Claro allí estaré ahora mismo- Livi hablaba por el teléfono- Solo tomo mi chaqueta y salgo- Colgó el teléfono, tomo su chaqueta y salió.
-¿A dónde vas chica?- La madre de Livi, Kathe una señora muy amable, bonita, de lentes y muy espontanea la flanqueo -Aun no es tu turno en el bar.
-Sí, pero Daniel me invito a cine- Livi la beso en la mejilla -Ya sabes como es mi animalejo de impredecible.
-Sí, te ha salido bueno ese amigo tuyo. Me lo saludas.
-Con gusto.
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En este punto haré la salvedad, Daniel es uno de mis mejores amigo y durante mucho tiempo odio a muerte a nuestro héroe de turno.
Como sea el punto esa salida lo inicio todo.
Al salir Livi vio a un chico sentado en la casa al lado de la de ella, tenía botas, unos jeas azules oscuros y una camisa a cuadros verdes y azules sobre una playera negra, su cabello era castaño y llevaba unos audífonos. Le pareció atractivo, pero supuso que solo estaba de paso así que daba igual, no lo volvería ver, sin embargo eso no impidió que el chico le regresara la mirada y le sonriera.
Livi nunca fue de las que salía mucho, pero un par de veces por la tarde salía a la tienda a buscar algunos víveres o alguna cosa que comer del tipo crujiente, pequeña y en una bolsa con mucha cantidad, para regresas a mecedora a ver películas de terror o alguna buena serie.
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Como suicidarse y no morir en el intento
RomanceEl sueño de una banda de rock es para muchos chicos la gloria máxima, pero para ellos era la única forma de vivir de nuevo, Luke un chico de 17 años paranoico había hecho añicos su última relación y la guitarra eléctrica le dio una nueva oportunidad...