Capítulo 18 - Lagrimas de desesperación

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Mientras tanto en la parte en donde están José y Daniela, ellos terminaban de cenar la carne de cebra teniendo una conversación de la experiencia que tuvieron.


José: Y así es cómo me escapé de esa leona loca.

Daniela: ¡Guao! (se asombra) ¿Qué sentiste al estar volando con esa liana? (pregunta con interés)

José: Primero me sentí nervioso y luego divertido por ver un paisaje en ese lugar.

Weka: Maravilloso.

Ikati: Yo también quiero hacerlo.

José: Jajaja, Ikati, la verdad tú también lo vas a divertir, aunque esto es peligroso por el golpe que recibí.

Daniela: Creo que para la próxima tengas mucho cuidado.

José: Lo tendré si vuelvo a toparme con ella.

Daniela: Por ahora, tenemos que descansar. Fue otro día duro para nosotros.

José: Sí, si no fueran por esas leonas, no estaríamos muy cansados.

Daniela: Antes de irnos a dormir, Ikati, ¿Con quién quieres dormir?

Ikati: Hhmmm... Con José.

José: Que bien (se alegra).

Daniela: Oh, bien... Supongo que me quedaré sola.

Weka: Creo que para la siguiente noche no estarás sola.

Daniela: Eso espero.

José: Bien, (da un bostezo) ya tengo que irme a la cama. Vámonos Ikati, buenas noches (se va).

Daniela y Weka: Buenas noches.


José e Ikati se fueron a la casa dejándolas solas, se quedaron en un silencio hasta que Daniela lo rompe.


Daniela: Bueno, supongo que mañana ya recuperaras de tu pata.

Weka: ¿Enserio?

Daniela: Sí (asiente con su cabeza) y creo que debes estar lista para caminar.

Weka: Me alegra mucho de escuchar y muchas gracias por curarme.

Daniela: No hay de qué. (le acaricia la cabeza) Ahora apagare la fogata para irme a dormir.


Daniela se levanta, recoge el agua con la cazuela y apaga la fogata apreciando los rayos de la luna dejando una escena muy relajante con las luciérnagas volando.


Daniela: Buenas noches (se va).

Weka: Buenas noches.


Cuando ella entró en su pequeña casa, empezó a sentir unos escalofríos en su cuerpo sintiéndose como nervios y tristeza, ella piensa que debe tener frio por la noche.


Daniela: Aghh... (se queja) Cielos, ¿Está muy fuerte el frio? ¿Por qué me siento así?


Daniela cubrió con sus brazos para calentarse, aunque no le está funcionando para nada, pasaron unos segundos y los escalofríos se redujeron calmándose, esto lo dejo muy extrañada sin saber por qué.


Daniela: Que raro... Me siento como si estuviera bien (la dice mirando a su alrededor).


Dos seres extraños en la Sabana (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora