One Shots ── 𝖵𝖺𝗇𝖼𝖾 𝖧𝗈𝗉𝗉𝖾𝗋

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RESUMEN T/N va con la madre de Vance a visitarlo al hospital.

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El recuerdo de ver las noticias en la televisión se reprodujo en tu mente mientras te sentabas en la cera. Mantuviste tus manos cerca de tu pecho y respiraste profundamente, mirando hacia ambos extremos de la calle. La noche que te enteraste, llamaste a la mamá de Vance. Te sentiste un poco mal porque te tomó más de una hora acordarte de llamarla, pero pensaste que era mejor que no llamarla. Cuando cogió el teléfono, estaba casi desconsolada.

Sollozaba mucho y se notaba incluso por teléfono que apenas podía respirar. Le tomó cinco minutos estar sentada al teléfono, escuchando su llanto, para que ella pudiera siquiera decir un saludo. Cuando dijiste hola, empezó a llorar más. Saber que entendías cómo se sentía, que amabas a Vance casi tanto como ella, le dio la seguridad para dejar que sus emociones siguieran fluyendo. En esa misma llamada telefónica, ella te había prometido que te llevaría al hospital con ella tan pronto como se permitieran las visitas. Sabías que se le permitirian visitarlo antes que tú ya que era su madre, pero aun así apreciabas que pensara en ti.

Hoy era el primer día que se te permitirian visitarlo, y la mamá de Vance había prometido recogerte de camino al hospital. Tu pecho estaba lleno de tantas emociones, una combinación de tristeza, ira y culpa, y al mismo tiempo te sentías en blanco. Estabas nerviosa por ver a Vance a pesar de que sentías que necesitabas verlo desesperadamente. Te habías estado preparando durante meses ante la posibilidad de la muerte de Vance, y ahora estaba vivo, y estaba a solo cuatro millas de distancia.

Te pusiste de pie rápidamente cuando escuchaste el sonido de un auto doblando la esquina. Reconociste el tinte azul brillante del automóvil de la Sra. Hopper cuando se detuvo en su camino de entrada. Se detuvo y bajó la ventanilla. Ella asomó la cabeza con un cigarrillo entre los labios.

"¿Estás lista, cariño?" preguntó, con un tono triste en su voz. Asentiste con la cabeza rápidamente y te acercaste al auto. Esperaste a que ella lo desbloqueara con la mano en la manija y entraste al auto lleno de humo.

Sabías que a la Sra. Hopper le encantaba la música fuerte y abrumadora, pero hoy el auto estaba en silencio. Dio otra calada a su cigarrillo, exhalando con el peso del mundo sobre sus hombros. Cuando vio la forma en que sus ojos comenzaron a llorar por el aumento de humo en el automóvil, bajó la ventanilla con un "lo siento, cariño". Claro, algunas de tus lágrimas eran por el humo que entraba en tus ojos, pero también por la emoción que abrumaba tu alma. ¿Qué le ibas a decir a Vance cuando lo vieras? ¿Necesitarías siquiera decir algo?

La Sra. Hopper entró en el estacionamiento del hospital, golpeando los restos de su cigarrillo fumado en el cenicero en la consola central. Se reclinó sobre su asiento y agarró su bolso y luego se inclinó hacia adelante nuevamente para apagar el auto, colocando las llaves en su bolso. Rápidamente se miró en el espejo retrovisor antes de abrir la puerta para salir del auto. Cuando notó que ella se movía, siguiste su ejemplo y saliste del auto, cerrando la puerta detrás de ti. La Sra. Hopper se acercó al frente del auto y te tendió la mano. Tomaste otra respiración profunda y te adelantaste para tomarla.

Tenía el ceño fruncido mientras te conducía a las puertas principales del hospital, pero cada vez que te miraba, su rostro no era más que amable. Cuando entró por las puertas principales, el reconocimiento cruzó el rostro de la recepcionista cuando vio a la Sra. Hopper.

"¿Cual es tu nombre niña?" Comentó la recepcionista, sacando una hoja de etiquetas de nombre en blanco de su escritorio. Garabateó el nombre de la Sra. Hopper en una etiqueta, se la entregó y luego te miró expectante.