RESUMEN T/N se sienta junto a Vance en clase. Vance la odia, hasta que deja de hacerlo.
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El primer día de clases siempre apestaba, en opinión de Vance.
Primera clase del primer día, y ya se quería suicidar. ¿Por qué? Porque al parecer el profesor era un idiota hippie y había decidido poner los pupitres de dos en dos para fomentar la 'amistad'.
Claramente, no conocía a Vance. Vance no hizo amistad.
Con un suspiro, escogió un par de escritorios vacíos en la parte trasera de la habitación. Al principio, parecía que saldría de esto sin tener a un imbécil sentado a su lado. Todos lo evitaron, lanzándole miradas nerviosas y yendo a sentarse a otro lado.
Tú, por supuesto, no parecías captar la indirecta.
Vance estaba bastante seguro de que eras nueva, tenías que serlo, dado que no solo no lo evitaste, sino que incluso le lanzaste una sonrisa mientras te sentabas junto al suyo.
"¡Hola un gusto, soy (T/N)! Supongo que seremos compañeros de escritorio, ¿eh?"
Que Dios lo ayude, por supuesto que alguna perra preppy sería su vecina de escritorio.
"Sí, dejemos esto fuera del camino: me sentaré aquí y dormiré, y tú cerrarás tu linda boquita y no tendremos ningún problema. ¿Entendido ?" Vance incluso puso un poco más de veneno en sus palabras, para darle más efecto. Se recostó, con aire de suficiencia, esperando que te encogieras de miedo.
Te reíste, golpeando suavemente su brazo. "¡Oh, eres divertido!"
... ¿En qué diablos se había metido?
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Había pasado alrededor de un mes, y Vance no estaba seguro de por qué no estaba loco todavía.
Todos los días, a las 10:00 de la mañana, estaría atrapado en clase, escuchando lo que te pareciera adecuado para charlar sobre ese día.
"¡Ayer vi el cangrejo de río más grande junto al calabozo!"
"¿Crees que debería invertir en una bicicleta?"
"¿Cómo es que tu cabello siempre es tan perfecto ?"
Si Vance estaba siendo honesto consigo mismo (que rara vez lo era, porque al diablo con esa mierda), había comenzado a encariñarse un poco contigo. No de una manera blanda y efusiva, más como si fueras la única persona que hablaba con él sin rogar por tu vida, y era una forma agradable.
Aún así, no era como si él se preocupara por ti o algo así.
Acababa de llegar a clase, esperando a que aparecieras. Huh, eso fue extraño, por lo general eras la primera en llegar.
No es que le importara notar cosas así, pero aun así.
Entonces, justo antes de que sonara la campana, entraste. Y, si era honesto, te veías como el infierno.
Tu único ojo comenzaba a lastimarte, había un corte en tu mejilla que estaba filtrando un líquido transparente, y tu cabello parecía que alguien te había arrastrado por la carretera, usándolo como un mango.
Cuando te sentaste, sin mirarlo a él (ni a nadie, en realidad) a los ojos, Vance sintió... algo. Era extraño, se parecía mucho a la ira, pero no del tipo al que estaba acostumbrado. Estaba acostumbrado a enojarse con alguien que arruinaba su racha de pinball. Sabía cómo se sentía enojarse con su padre por golpearlo.
Esta ira era diferente.
Casi lo consumía todo, y no entendía por qué. Así que te sacaron la mierda, ¿por qué le importaba? Aún así, nunca fue bueno en el manejo de la ira.
"Quien te hizo esto." No era una pregunta, tanto como una demanda. Aún así, sacudiste la cabeza.
"No importa, solo prestemos atención, ¿de acuerdo?" Tu voz no tenía la alegría habitual, y eso lo enojó aún más.
"Dije, ¿quién diablos te hizo esto ?" Abriste la boca, probablemente para negarlo una vez más, cuando el niño frente a ti se giró para mirarlo.
"Y-yo lo vi, Moose se puso muy enojado por que (Y/N) por accidente se tropezó con él", dijo el niño, evitando nerviosamente los ojos de Vance.
Vance se puso de pie y comenzó a salir del salón de clases.
"Sr. Hopper, ¿adónde cree que va?"
" Vete a la mierda ". Vance respondió, saliendo de la habitación.
Iba a hacer que Moose pagara por joderte.
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Cuando Vance apareció en clase al día siguiente, ya estabas allí y te veías mucho mejor. Tomó asiento, con cuidado de no mirarte.
No le importaba lo que pensaras, no le importaba.
"¿Oye, Vance? ¿Te enteraste de lo que le pasó a Moose ayer?"
"Sí, ese hijo de puta obtuvo su merecido".
Te quedaste en silencio, mordiéndote un poco el labio, antes de mirarlo a los ojos.
"¿Fuiste tú?"
No le importaba lo que pensaras de él.
"¿Y qué si lo fuera? ¿Qué diablos vas a hacer al respecto?"
Solo sonreíste, sacando una bolsita de galletas de chocolate de tu bolsillo.
Cogiste uno de la bolsa y se lo entregué con una sonrisa.
De acuerdo, tal vez se preocupaba por ti, solo un poco .
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