RESUMEN Estas teniendo un día difícil y Vance viene a visitarte para consolarte
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Tu día estuvo bien. No fue lo mejor, pero tampoco apesta. Estabas más o menos agotado por el estudio constante y solo necesitabas relajarte. Tu novio, Vance, lo sabía desde hace un tiempo y finalmente decidió acompañarte a casa ya que mamá no estaba.
Te tiraste boca abajo en tu cama mientras Vance jugaba con tu radio, sintonizándola en una estación que realmente ponía buena música. por una vez. Una vez que terminó, se dejó caer a tu lado, agarrándote y acercándote a él. "Ven aquí, tú". Dijo, mientras te acercaba a su pecho mientras tú reías y reías, moviéndose por lo que ahora estaban enredados, incapaces de escapar.
"Vance-" "Dijiste que querías relajarte. Sé que te encanta abrazarme muñeca, así que eso es lo que estamos haciendo. No tienes nada que decir de esto". Respondió mientras te interrumpía. Metió su cara en tu cabello. Podías sentirlo sonreír para sí mismo mientras te recostabas allí, riendo y poniéndote cómoda. Ustedes simplemente se quedaron allí, hablando y abrazándose, absorbiendo el calor del otro. Eventualmente, ambos comenzaron a quedarse dormidos.
Mamá llegó a casa y abrió la puerta para encontrarte a ti y a Vance, acostados en la cama, uno abrazado de otro, noqueados en tu cama. Sacudió la cabeza, apagó la radio y apagó las luces de tu habitación. Sí, no le gustaba mucho Vance, pero sabía que necesitabas esto. Mientras él te hiciera feliz y te tratara bien, a ella no le importaba tanto. "Dulces sueños, niños".
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