01 - House Raknasson

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— capítulo uno
( casa raknasson )

— capítulo uno( casa raknasson )

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Ragnarök
Año 1149

Una melena blanquecina revoloteaba por el aire, mientras que la niña corría de aquí para allá, esquivando los ataques que su oponente le daba.

Sus ojos violetas observaban con atención los movimientos de Ser Bertolt, su instructor de combates con espadas y cuerpo a cuerpo.

Movió su espada a la derecha, parando un movimiento del contrario, aunque este le dio un codazo en la cara, provocando que cayera al suelo de culo.

La menor se sobó el rostro, sin poder evitar soltar pequeñas blasfemias en susurros muy poco disimulados. Su suave pelo se revolvió a causa de la áspera mano de Ser Bertolt, alto comandante de la guardia real y también el entrenador de la princesa rebelde.

Cualquiera diría que fue ayer el día en el que la fémina había tocado una espada por primera vez en su vida, con tan sólo cuatro años, agitándola y moviéndola de aquí para allá, intentando huir de los brazos de Ser Bertolt, comandante a quien le había robado el arma.

Desde ese día, la niña siempre se dirigía hacia el señor, dispuesta a coger su espada, lo que para ella era un juguete, y divertirse un poco. Finalmente, los reyes decidieron nombrarle como el entrenador de la princesa.

El adulto se rió por la expresión molesta que estaba en la cara de la chica, y le tendió la mano para ayudarla.

- Vas mejorando, pequeña Vhynera. -la felicitó, viendo como su diente de sable, Nyx, se acercaba a ella tras el combate en busca de caricias.

- Gracias, Bertolt. -sonrió de forma emocionada la fémina, observando los ojos lilas de Nyx.

Su diente de sable era un animal demasiado revoltoso, y siempre se encargaba de acompañar a Vhynera allá donde ella estaba.

Siempre estaba allí en la cena, en sus entrenamientos, y cuando iba a hacer sus necesidades.

Cuando nació, su madre, Lessa, se encargó de entregarle una cría de diente de sable a su hija, como cada miembro de la casa Raknasson tenía.

Aquella era una tradición que había pasado generación tras generación durante el último siglo, marcando un antes y un después en cómo los demás veían a la casa Raknasson. Si antes de portar sus emblemáticos animales la gente ya les respetaba, cuando los dientes de sable se incorporaron las personas no dejaron de hablar de la casa real, casi parecía ser la favorita de muchos.

PLAY WITH FIRE | HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora