PLAY WITH FIRE | donde fuego y destrucción se juntan, creando al caos en persona.
Vhynera Targaryen Raknasson a escasa edad ya contenía dos grandes reliquias. Un dragón negro, con el que dominaba el cielo, y un diente de sable blanco, con el que d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Estoy un poco nerviosa. -admitió la niña, con una diminuta sonrisa implantada en sus labios.
En su regazo se encontraba la cabeza de Nyx, ella la acariciaba y esta soltaba ronroneos por el gozo que aquel tacto le causaba.
Se encontraban en el jardín del castillo, Vhynera tenía su espalda apoyada en uno de los árboles, y sintiendo como algunas hojas de este caían en su pelo, pero poco le importaba en aquel momento.
Jacaerys estaba sentando frente a ella, con su pecho rebozando de emoción por el simple hecho de haber arreglado las cosas con su mejor amiga y por estar junto a ella.
Aunque él se hacía creer que si estaba nervioso era por la criatura que estaba junto a ellos, pero ya se había acostumbrado a ella y su corazón seguía botando como una pelota.
Para todos era obvio lo que pasaba, el pequeño niño se estaba enamorando poco a poco de la princesa, y sus ojos siempre brillaban cuando se trataba de ella. Siempre había querido impresionarla, que ella le viera como un apuesto príncipe y pensara que era realmente brillante.
Jacaerys ignoró aquel sentimiento implantado en su pecho, mostrándole una deslumbrante sonrisa a Vhynera.
- Es genial que tu padre te haya dejado ya, Drogo es asombroso. -musitó, siendo contagiado por la emoción de la chica.
Los ojos violeta de la chica se elevaron del diente de sable, para observar al contrario.
- Cuando los dos podamos montar a nuestros dragones volaremos juntos.
Jacaerys soltó un bufido bajo, abriendo su boca para hablar.
- Deberás esperarme unos pocos años, Vhynera. Vermax aún tiene que crecer más para poder volar con él.
La primera nombrada se encogió de hombros, sin darle mucha importancia a ello, sería paciente por Jacaerys.
- Entonces te esperaré.
Ambos se miraron a los ojos, quemando poco a poco aquel fósforo que les separaba del tan gran amor que sentían el uno por el otro.
Cada vez faltaba menos para que los sentimientos florecieran y ellos fueran conscientes.
De forma inconsciente, los dos sonrieron de forma sincera, y Vhynera no pudo evitar apartar su mirada nerviosa, apretando su agarre en el pelo de Nyx sin darse cuenta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
