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NI-KI

Paso hora y media, Taki dormía profundamente y K parecía muerto, así que aproveche para salir de la tienda sigilosamente sin hacer algún tipo de ruido.

Camino hacia la tienda de Kairi y la llamo, ojala esté despierta.

─Kairi ¿estás despierta? Ka... ─veo como la tienda se abre, sonrío.

─¿aún no duermes? ─pregunta, parecía que ella tampoco había dormido nada.

─no puedo dormir.

─¿están incómodos? ─niego.

─no es eso, ¿Puedo entrar? afuera hace frío ─me abrazo y ella asiente.

Dejo los zapatos afuera y entro.

─oye, ¿soy aburrida? ─pregunta cuando ya estoy adentro, sonrío y la abrazo.

─no lo decía en serio.

─no parecía que mentías ─hace puchero.

─pienso que eres increíble, esa es la verdad.

─¿no regresarás a tu tienda ahora? ─niego y me acerco a su rostro.

─quiero quedarme contigo.

─no puedes, ¿y si nos descubren?

─no nos descubrirán ¿acaso lo hicieron por la tarde?

─no ─baja la mirada sonrojada.

─Noona ¿quieres saber en qué estoy pensando ahora mismo? ─niega.

─tienes mucha imaginación.

─no es nada raro ─niego y veo sus labios─. No desde mi perspectiva.

─es peligroso que te quedes aquí ─dice alejándome de ella, la tomó de la cintura─. ¿Por qué no obedeces?

─quiero estar contigo.


KAIRI

─¿Por qué te haces la difícil? Quizá si eres aburrida ─me suelta y se vuelve para salir.

─¿qué dijiste? ─lo tomó del brazo impidiendo que salga─. ¿Qué soy aburrida? Mocoso insolente, no tienes idea de lo divertida que soy ─sonríe travieso.

─¿sí? ─mantengo mi vista en sus ojos.

─¿qué es lo que quieres de mi?

─Mm... Quiero quedarme contigo esta noche, prometo no hacer nada raro.

Mi corazón empieza a latir rápido, me ponía nerviosa estar en un lugar a solas con él, sé que prácticamente estamos solos todo el tiempo, pero esto era diferente; tengo miedo de no poder controlarme.

─esta bien ─digo y éste sonríe abrazándome por la cintura como había hecho antes, lleva todo su peso sobre mi haciendo que quede acotada─. Ni-Ki... ─intento incorporarme pero me detiene.

─quedate así.

se acomoda también acostandose y apoya su cabeza sobre mi pecho, mi corazón late cada vez más rápido y mi respiración se entrecorta. Nunca antes había estado tan nerviosa.

─eres tan cálida ─toma mis manos y hace que también lo abrace─. Kairi, es la primera vez que dormimos juntos, estoy muy feliz ─sonríe.

¿Por qué estaba tanto tranquilo?, ¿sólo yo me sentía aterrada?, ¿por qué me preocupaba tanto?

─¿Por qué estás tan callada? ─alza un poco su cabeza y me mira a los ojos.

─no es nada ─sonrío.

─¿te incómodo? ─niego.

─¿cómo ibas a incomodarme? ─sonríe y deja un beso corto en mis labios. Vuelve acomodarse en mi pecho y me abraza fuerte.

─tu corazón suena muy fuerte ─habla Ni-Ki─. Es muy hermoso.

─¿creés que K lo sepa? ─se hace a mi lado y me mira.

─quizás sólo lo sospecha, pero no puede saberlo si no le decimos.

─¿quieres decirle?

─quizás le diga mañana.

─si quieres le decimos juntos.

─estaría bien... tengo hambre ─frunce su labio inferior─. K no dejo que terminará de comer ─sonrío.

─pobre de ti ─lo tomó de la mejilla y eso su frente.

─es mejor dormir, así no pienso en comida... ¿Me acaricias? ─asiento.

─claro, ven aquí ─extiendo mis brazos y el se acomoda otra vez sobre mi pecho, pero esta vez un poco más cerca de mi cuello.

─sí hubiera sabido que eras tan cómoda hace mucho te hubiera pedido que durmamos juntos.

─hubiese sido raro ─le digo mientras acarició su cabello.

─hubiese sido lindo ─corrige y rodea mi cintura con su brazo.

─¿cómo puedes ser así?

─¡Kairi!

─shh, sólo duerme.

─quería decirte algo.

─¿qué cosa?

─nada, ahora que lo pienso, suena sucio, ¿te muestro? ─me río.

─No ¿qué cosas raras piensa tu mente, niño?

─no soy un niño ─finge estar molesto.

─aun así.

─es por eso que no lo diré, olvidalo, piensa que de vez en cuando no pienso cosas raras.

─¿quieres dormir afuera?

─no ─me abraza fuerte─. Kairi estoy molesto contigo, ya te he dicho que no me gusta que me trates como un niño, porque no lo soy.

─lo siento, no lo hago con esa intención, lo sabes ¿verdad? ─alza sus ojos encontrándose con los míos.

─no sé nada.

─¿de verdad te enojaste? ─esconde su rostro en mi cuello y siento su respiración─. Ni-Ki...

─lo sé ─dice y deja besos en mi cuello.

─me haces cosquillas ─me río.

─Sé que a veces me comportó como uno, pero sólo a veces. 

─olvidemos el tema, mejor duerme ya ─beso su mejilla.

─Te quiero mucho, Kairi.

─y yo ti, mi amor.









































La Tutora | NI-KI | [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora