Capitulo 6

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06.

Jueves, 17 de Diciembre de 1998

La nieve bajaba, la estaba viendo caer. Había mucha gente alrededor, pero que por favor alguien estuviera en casa. Las campanas de las iglesias sonaban en una canción, todo en un feliz ritmo.

Todos le gritaban "decora las paredes", pero no se sentía como una navidad en lo absoluto, porque recordaba la poca diversión que había tenido el año pasado.

Sería diferente este año, aun que él, no lo sabía aún.

Suertudamente, Lee Minho, era una de las personas más despistadas de la avenida, eso lo llevo a conocer a alguien especial: - ¡Oh, lo siento! - dijo el castaño al chocarse con un chico un poco más bajo que él, había derramado su chocolate caliente encima de él - por favor, perdóname - dijo este intentando limpiar su chocolate derramado.

- No te preocupes, esta bien - el chico pelinegro era realmente guapísimo a los ojos de aquel - no sigas limpiando, ahora tengo una excusa para comprar un nuevo suéter - dijo el pelinegro para calmar al chico.

- Pagaré tu suéter, puedo darte un cheque si quieres - dijo el castaño mientras intentaba no morirse de pena.

- No tienes que pagarme nada - le agarro de los hombros - fue un accidente amigo, esta bien. Aun que, ¿sabes? no me molestaría que me invitaras a un café algún día... - aquel chico era bastante atrevido.

-¿Disculpe? yo podría... - él otro le interrumpió.

-¡Genial! toma mi número - tomó una servilleta y colocó su número con un bolígrafo que traía en su suéter empapado de chocolate - márcame alguna vez, quizás no me derrames tu chocolate a la próxima - dijo este para guiñarle el ojo e irse. ¿Acaso le había coqueteado a ese chico?

Se quedó atónito - Iba a decir que le podía regalar mi suéter - pensó.

¿Esto podría ser el comienzo de algo? quizás.

Probablemente.

Esta bien, si lo sería.

Viernes, 18 de Diciembre de 1998

Los días pasaban, las clases acababan, y con estas, la navidad se acercaba.

Las canciones de moda en los noventas sonaban por todo Londres, y las podías encontrar en la tienda de música de Bangchan.

- Seungmin, ¿Qué te he dicho de llegar tarde niño? - dijo el señor Bang molesto.

- Disculpe, la nieve bloqueo la entrada de la escuela. No podía salir así, no sé volar aún - dijo este para voltear los ojos y empezar a ordenar el escritorio.

La campanilla de la puerta sonó, y dos de los clientes más frecuentes cruzaron esta: - Hola Seungmin, buenas tardes - dijo el pelinegro mayor al dueño de la tienda.

- Buenas tardes chicos, Seungmin esta ocupado hoy, no podrá salir temprano hoy.

-¿Qué? Oh vamos, llegue treinta y siete minutos tarde, no es para tanto - reprocho el nombrado.

- Gracias, y disculpe las molestias, justo veníamos a saber a que hora salía Seungmin - dijo el rubio un tanto decepcionado.

- Nos vemos el lunes Seungmin, lindo día - ambos salieron riendo de aquella tienda.

-¿No crees que Seungmin ya esta un tanto harto de su trabajo? - comenzó a hablar el rubio ya afuera de la tienda.

- No lo creo, sé que es una persona de buenos recursos, puede dejar el trabajo cuándo quiera. Ya lo habría hecho, supongo que le tiene un tanto de aprecio al señor Bang - dijo el pelinegro mirando hacía el cielo - ¿Sabes? empezará a oscurecer, pero no tengo ganas de ir a casa. Hoy mi madre tiene doble turno en el hospital, llegará hasta mañana a casa.

UN TELÉFONO EN MEDIO DE LA CIUDAD. (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora