01.
Sábado, 31 de octubre de 1998
Hwang Hyunjin siempre fue un joven aplicado en la escuela, lo único que quería era hacer sentir orgullosos a sus padres. Después de todo, era lo único que podía hacer para "pagarles" todo lo que ellos habían hecho por él.
Después de todo, ¿Quién es el si no tiene buenas calificaciones y hace sentir orgullosos a sus padres?
No estaba prestando atención a su clase de literatura. Al fin la maestra estaba hablando de algo nuevo, pero realmente no le interesaba el tema de Halloween. Lo único que hacía en ese día (específicamente) era ver películas de terror y comer dulces hasta vomitar, no negaba el hecho de que odiaba salir de su casa para "socializar" con adolescentes incomprendidos que lo único que hacen es hacer un desastre en clase cuando esta al fin acaba. Parecía que acababan de salir del mismo infierno siempre que salían corriendo a la parada de autobuses.
-Bueno jóvenes, disfruten su Halloween, pidan dulces o miren películas que jamás podrán volver a ver del miedo, la clase a terminado - dijo una señora ya de una edad mayor para salir del salón de clases.
El joven Hyunjin solo observaba como todos hacían un desastre en sus asientos, pues después de todo, ¿A quién le gusta ir a clases un sábado? Esperaba que a nadie.
Observo a los lados, y su mirada quedó clavada en un chico alto pero no tanto como él, uno con pecas relucientes como estrellas en toda su cara, un chico cuyo pelo parecía ser la misma noche oscura y reluciente que siempre quedaba observando cuando el día terminaba.
No podía sacar sus ojos de él.
Sin darse cuenta, aquel chico que llevaba observando no mucho tiempo volteó a su dirección por sorpresa. No pudo apartar la mirada, porque esos bellos ojos color café lo habían hecho antes.
Se levantó de su lugar también, salió de dicho lugar y se dirigió a la salida de la escuela, solo para observar a niños con disfraces de brujas y fantasmas corrían y saltaban. Daría todo por ser ese niño que iba a pedir dulces a todas las casas de su vecindario otra vez.
Hyunjin quería ir a un museo de antes, normalmente en "festividades" de la Avenida Shaftesbury daban un descuento en pases para entrar.
Intentó localizar una cabina de celulares para avisarle a su madre que siempre se mantenía en casa que llegaría tarde por que quería salir un rato de casa. Giró su cabeza en dirección a la tienda de música ya que sabía que al lado estaba la cabina de teléfonos más cercana. Haber vivido en Londres desde los 2 años le había servido de bastante, sabía casi todo de esa avenida.
Como también sabía, que ese teléfono estaba en medio de la ciudad.
Volteó a los lados para poder pasar la calle sin que ningún auto lo atropellara, no era de mas ser precavido.
Pero
Corrió para que nadie le ganará el lugar.
No notó
Estaba a nada de agarrar la manilla de la cabina.
Que alguien le había ganado el mismo objetivo.
Cuando menos lo espero, la puerta de dicha cabina le golpeó el rostro con una fuerza impactante, por un momento podría jurar que le había roto la nariz. Pero al contrario, le había dolido más pensarlo, ya que casi no le dolió el golpe en su delicada nariz.
-¡Oh Dios, no te vi! ¿¡Te encuentras bien!? - dijo aquel chico con hermosas pecas en su rostro.- No fue mi intención, por favor perdóname.
-No te preocupes, esta bien - dijo el rubio de cabello largo, no quería que aquel chico empezará a disculparse hasta por respirar - ya no tienes porque disculparte, no me dolió tanto como pensé que lo haría - soltó una risa ahogada para calmar el momento de desesperación de aquel chico tan lindo.
Aquel chico pelinegro siguió disculpándose con Hyunjin aún así este le había dicho que ya no era necesario, no pudo evitar pensar en lo terco que era ese chico. Mas, no negaba que le agradaba.
-Por la manera en la que corrías no creo que realmente estés sin prisa, no te preocupes, tu lo alcanzaste primero, entra tú - dijo el rubio agarrando la manilla de la puerta para que sus manos se chocasen en el intento - anda - le hizo un movimiento con la cabeza al chico enfrente suya - yo te espero.
Cuando menos lo esperaron, un chico con cabellera negra les interrumpió haciendo que estos dos se exaltasen.- Disculpen, ¿van a usar el teléfono o solo se miraran agarrados de las manos? - dio un paso hacía atrás al ver de quiénes se trataban - oh, hola Hyunjin y Felix, no los vi bien. Soy Seungmin, estoy en su clase, un gusto - dijo este elevando su mano para estrecharla con aquellos dos.
Seungmin quería usar el teléfono para avisar que llegaría tarde porque tenía doble turno en su trabajo, Hyunjin lo quería porque quería avisar a su madre que llegaría tarde ya que tenía ganas de visitar un museo en víspera de sustos, y Felix lo quería para avisar que el auto bus lo dejó de nuevo y que llegaría tarde por ir caminando hasta su casa.
-¿A dónde vas? no lo sé, quizás podríamos ir a comprar dulces y hacer bromas de Halloween - dijo el pelinegro mayor para luego rascarse el cuello - ¿Qué dicen? - el rubio y el otro pelinegro se miraron entre si.
-Por mi no esta mal, no tengo planes hoy.- Yo quisiera ir, pero tengo doble turno en la tienda de música - dijo Seungmin señalando con el pulgar a la tienda atrás de él - pero si me esperan unas dos horas, con gusto iré con ustedes - dijo dedicándoles una sonrisa a los chicos enfrente suyo.
-¡Por supuesto! Hyunjin y yo te esperaremos, ¿cierto? - el nombrado asintió con la cabeza - mientras, creo que seremos tus clientes en la tienda.
- Claro, solo síganme e intenten no romper nada, luego me lo cobran a mi - dijo el pelinegro menor para hacer que estos dos sonrieran.
Entraron a aquella tienda de música y pudieron notar como todas las estanterías tenían discos de los artistas más escuchados del mes, como; Frank Sinatra, Billy Joel, Nat King Cole, Marvin Gaye, entre otros.
-¡Seungmin! Llegas tarde. - dijo un un poco mayor que aquellos - Por eso, hoy te va a tocar ordenar aquella estantería, de nuevo.
-¡Pero traje nuevos clientes! Además, estaba avisando a mi casa que llegaría tarde por mi doble turno - dijo este rodando los ojos.
- Sé que no es fácil para ti Seungmin, lo apreció mucho - luego volteó a ver a aquellos dos que estaban viendo los discos que estaban de moda mientras mencionaban su canción favorita de cada álbum.- ¡Hola! Soy Bangchan, el dueño de la tienda, estoy aquí para servirles - ambos lo voltearon a ver - ¿Algún disco que busquen en especial? También tenemos a Gloria Gaynor, Elthon John, ABBA, Elvis Presley. Cualquier disco que busquen lo encuentran aquí - dijo este para darles una sonrisa amistosa.
-¿Tienen a Queen entre sus discos? - preguntó con curiosidad el pelinegro - He estado buscando uno de sus discos hace un tiempo, no he logrado encontrarlo por ningún lado - dijo este con esperanza de que si hubieran en esta tienda.
-¡Por supuesto! Ven, déjame enseñarte los que tenemos, tu me dices cuál te gusta y te lo doy en descuento por Halloween - dijo el dueño de la tienda guiando a Felix a una repisa con discos.
-Cierra la boca Hyunjin, se te va a entrar una mosca.
-¿Qué? No sé de que me hablas - dijo este poniéndose una mano en el pecho - Me asustase, no vuelvas a hacer eso.
- Sabes de que te hablo, no le quitas los ojos de encima a Felix, te he visto en clases, como lo miras no es natural.
-¿Tú viéndome en clases? Ja, creo que el enamorado aquí es otro - dijo Hyunjin con una sonrisa sarcástica. ¿Acaso era el único gesto que sabía hacer ese chico?
Perdón si el capítulo de hoy es muy corto, no tuve mucho tiempo. Gracias por leer, S.T.
Los próximos capítulos serán más largos, lo prometo.
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UN TELÉFONO EN MEDIO DE LA CIUDAD. (Hyunlix)
RomanceEl día en el que dos estudiantes decidieron usar la cabina de teléfono al mismo tiempo fue el mismo día en el que dos desconocidos empezaron algo llamado "amor". O quizás no. Donde "El juego de gemelas" está en todos los cines. Bienvenidos a la Aven...