La memoria perdida [K!Q] [Karmaland]

7

-"Deja de fingir, deja de ser tan amable y busca el poder, es lo único que te salvará." Repitió.
-"Quacks, ¿Tomaste algo antes de dormir?"
-"No cabrón, ya te dije que eso fue lo que pasó y no tome nada, que te quede claro."
-"Eso suena a la historia de alguien que fuma karmahuana."
-"¡Que no!" Quackity suspiró. "Ya no importa, mañana son las elecciones tengo que preparar cosas."
-"Si.. nos vemos mañana." Luzu se despidió del pato y regresó a su casa.

Contarle a Luzu lo que pasó no había mejorado las cosas, esta mañana se estaba comportando de una manera extraña pero no le dio importancia a eso. Continuó con su día con normalidad, tenía que admitir que estaba confiado. Sabia que tenía varios votos asegurados y Cerdus Gil estaba hundido con los vídeos que habían grabado. Si todo salía bien seguro mañana estaría sentado en la silla del ayuntamiento festejando junto a Rubius. Justo ahora estaba subiendo las escaleras hacia la casa del oso, quería visitarlo para agradecerle su ayuda durante la campaña, tocó la puerta pero nadie respondió parecía que el dueño no estaba tal vez había salido con Vegetta.
Decidió dar una visita rápida a Willy para regresarle el documento, ya no lo necesitaba después de todo. Subió con ayuda del elevador, ya arriba tocó el timbre pero tampoco obtuvo respuesta, era algo raro ya que a esa hora siempre estaba en casa.
Se pasó la tarde buscando a alguien pero no encontró a nadie, estaba empezando a preocuparse cuando vio que ni siquiera Sapo Peta estaba en su cabaña. Ya estaba cayendo la noche así que mejor se regresó a su casa a descansar, de camino a su casa vio a Staxx caminando al lado de la estatua que habían construido para Titi. El pato le lanzó una seña de saludo pero el contrario pareció nervioso y se metió a su casa con rapidez.
Quackity pensó que todos estaban preocupados por las elecciones, siguió caminando hacia su casa y finalmente llegó.

Un sentimiento de preocupación lo inundó cuando se dió cuenta de que su casa estaba totalmente desordenada, ya se había acostumbrado a verla ordenada y era raro que se hubiera desordenado tanto en un solo día, ni siquiera había estado ahí en toda la tarde. Realmente no le molestaba que estuviera desordenada así que no le tomó más importancia, estaba cansado de dar tantas vueltas por el pueblo. Se aventó a su cama y cayó dormido después de unos segundos.
En la mañana del día siguiente se vistió con un traje algo viejo que tenía en la esquina de la habitación, soltó un suspiro cuando vio la hora que era y salió corriendo de su casa. Ahora era su última oportunidad para conversar con los habitantes de Karmaland, tenía sólo unas pocas horas antes de que el evento comenzará así que fue lo más rápido posible hacia la casa de Rubius. Tocó la puerta varias veces y por fin apareció.

-"¡Si que tardaste, tio! El rubio levantó la vista hacia el pato y su expresión cambio. "Ah- Quackity..."
-"¿Esperabas a Vegetta?" Dijo mirando la vestimenta del Rubio, bastante elegante.
-"No." Respondió rápidamente. "Justo te estaba esperando a ti, venga.. pasa."

Abrió la puerta de su casa y dejó que Quackity pasara. El joven tomó asiento en el sofá negro que se encontraba en el salón principal, Rubius lo miró y hubo un silencio incómodo durante unos segundos.

-"Oye, ayer fue un día...muy extraño." Empezó el rubio. "¿De casualidad no te sonará el nombre de Las Nevadas?"
Quackity sintió como si las paredes de la casa fueran a aplastarlo de repente cuando escuchó la pregunta.
-"¿Como?¿Las Mamadas?...Rubius, no seas cochino."
-"Si que te hacen faltan unas clases para aprender a mentir, pato." Rubius avanzó unos pasos hacia Quackity. "A ver... ¿Como te explico esto?"

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Rubius estaba en su casa, planeando que hacer para quitarse el aburrimiento cuando escuchó un sonido extraño fuera de su casa. Se le pusieron los pelos de punta al recordar los vídeos de terror que había visto la noche anterior pero aún así abrió la puerta y ya afuera notó que alguien había dejado una carta dentro de un cofre. Tomó la carta y volvió a entrar a su hogar, ahí tomó asiento en su sofá para empezar a leer la carta.
Parecía que era de parte de Quackity, era acerca de una invitación a su casa para reunirse con los demás integrantes y hablar sobre las elecciones. Por supuesto que asistiría, después de todo el sería el primer damo cuando Quackity ganara.