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Un año atrás

Illumi se acercó hasta Hisoka que observaba con satisfacción unos cádaveres sangrantes en el suelo, lamiendo la sangre de una carta que sostenía entre sus dedos. Illumi, de nuevo, había solicitado su asistencia en uno de sus trabajos.

Bueno, eso fue un poco excitante.

¿Ya terminaste aquí? — le preguntó, llamando así su atención. Hisoka pareció haber notado algo en su rostro, comentando su hallazgo con su típica teatralidad.

Oh, querido. Alguien se las arregló para acertarte un golpe.

¿Mmm? Ah, cierto. — en ese momento Illumi recordó el golpe que le habían dado en la mejilla. Por supuesto, había ignorado maestralmente el latente dolor, por lo que si Hisoka no lo hubiera mencionado habría olvidado la herida.

¿Quieres que bese la herida para que sane más rápido?

¿Tienes habilidades de curación de las que no me has hablado? — cuestionó Illumi ante lo que le parecía, una de las tantas absurdas sugerencias de Hisoka.

Ahm, pues no.

Entonces no logro ver como eso sería útil.

¿Jamás has escuchado esa frase antes? — le preguntó el alfa, luciendo un poco asombrado e incómodo ante las aclaraciones de Illumi, quien simplemente se quedó mirándolo fijamente, esperando una explicación. — Ya sabes, ¿cuándo eres un niño y alguien besa tus heridas alejando el dolor?

Illumi se quedó en silencio unos segundos, sopesando las palabras y rebuscando algo como eso entre sus memorias. Por supuesto que no había nada.

No...

Mmmm~ Bueno, siempre hay una primera vez para todo. ¿Quieres intentar? — Illumi debió haber sospechado de la amplia sonrisa de Hisoka, sin embargo, estaba genuinamente curioso por algo tan vanal como que un beso podía curar el dolor.

Mmm... No veo porqué no intentarlo.

Perfecto. Allá vamos entonces. — Hisoka tomó el rostro de Illumi entre sus manos mientras sonreía. Las manos del alfa eran un poco callosas, pero le daban un cosquilleo suave en las zonas dónde tocaban la piel de su mandíbula.

Mientras Hisoka se acercaba a su rostro, su fuerte aroma a Bumgee Gum le inundaba los sentidos, provocando un vuelco horrible en el estómago. Su corazón se aceleró como nunca cuando los labios del alfa se posaron en la herida en su mejilla, dejando un beso allí que duró unos segundos que parecieron eternos. Algo cálido y extraño se formaba en su pecho y se extendía al resto de su cuerpo. Cuando el beso culminó, los ojos dorados de Hisoka le miraron con un brillo diferente a lo usual, y aún muy cerca de su rostro le preguntó:

¿Mejor? — Illumi lo pensó unos segundos, invocando al parte racional de su cerebro.

No siento ninguna diferencia.

Aww~ Es una pena. ¿Tal vez debo darte otro más?

Eso no será necesario.

Bueno, este será para la buena suerte. — y entonces, Hisoka agarró el rostro de Illumi y le plantó otro sorpresivo beso en la mejilla. Para luego escapar de allí usando su nen a modo de cuerda. Illumi pensó que iba a matarlo uno de esos días si seguía haciendo esas cosas. — Ciao. Te veo luego Lumi.

Illumi llevó una mano a su mejilla, recordando la suave sensación, la extraña cálidez.

<<Tal vez, se siente un poco mejor>>

Todos esos recuerdos habían llegado a él, en medio de su pelea con Hisoka en aquel bar. Tal cómo aquel día, estaba herido, la sangre brotando por su boca. Sin embargo, había logrado hacerle una herida a Hisoka en el abdómen. Los muebles del bar comenzaban a sufrir destrozosos por su intensa pelea. Mientras los recuerdos aún llegaban a él, Illumi quería volver a pensar aquello. Quería volver a sentir aquella extraña calidez y no esa angustia que lo asfixiaba.

<<Tal vez, se siente un poco mejor>>


En La Oscuridad (HisoIllu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora