En La Oscuridad (HisoIllu)

11

Dorado y negro se observaron un segundo, y luego a la sangre que goteaba en suelo. Ambos se quedaron inmóviles, como si el tiempo se hubiera detenido. Y luego la sangre comenzó a brotar de la garganta de Hisoka, haciendo que este cayera al suelo con un ruido sordo, tapando la herida con una mano en un intento de detener el sangrado. <<Oh... ¿Yo lo hice?>> Illumi miró a Hisoka tendido en el suelo, con el rojo líquido brotando de la herida en su garganta y al alfa intentando detenerlo; luego miró hacia sus uñas, alargadas y filosas como cuchillos, manchadas también de sangre. <<Lo hice... >>

— Supongo que esto estaba destinado a suceder. En algún punto... — susurró el omega, mirando el cuerpo de Hisoka retorciendose en el suelo. Los gemidos y jadeos ahogados del hombre resonaban en su oído como campandas. <<Pero yo pensaba... que tenía más tiempo.>>

El terror se apoderó de él.

Un terror horrible que no sabía de dónde provenía, pero que al igual que la angustia, le cortaban la respiración. Le aceleraban el corazón en una manera tortuosa y hacían que un sudor frío recorriera su espalda. Practicamente se tiró sobre Hisoka, sentando casi sobre su pelvis y comenzó a hacer presión en la garganta de este, con tal de detener el sangrado.

<<NO... >> <<No quiero que termine aquí.>>

Ilumi hacía presión en la garganta de Hisoka, con fuerza. Su mente era una remolino de pensamientos y emociones que amenzaban con tragarselo. La imagen de Hisoka, sentado al borde de uno de los edificios de Yorknew, sonriendole, le golpeó como un rayo. <<Todavía no.>> <<Quiero más.>> Envolvió el cuello de Hisoka con sus manos y apretó, el horror y la desesperación lo llenaban por oleadas. <<Quédate más tiempo>> <<Mantente cálido.>> <<¿Crees que ganaste de esta manera? ¿Obteniendo la última palabra marchandote para siempre? >>

El cuerpo de Hisoka seguía inmóvil, e Illumi estaba tan pero tan angustiado que su aura salía de él sin control alguno.

<<Tienes que quedarte.>> <<Quédate>> <<Quédate>> <<Quédate>> <<Quédate>> <<Quédate>> <<Quédate>> <<Disculpas, debo disculparme.>> <<No hemos terminado.>> <<Quédate>>

Una mano se posó en su brazo, dando ligeros golpecitos e interrumpiendo el tornado de desesperación y nen descontrolado en el que se había convertido.

— Illu ... No... No puedo... No puedo respirar. Agh... dejame ir. — los ojos dorados de Hisok estaban abiertos, mirandolo, no tenían la ausencia total de luz que había visto ya en personas muertas. Illumi lo soltó, observandolo estupefacto. Hisoka tosió un poco, y luego con una media sonrisa le señaló el nen que recubría la herida. — Ta-Da. Bumgee Gum.

El alivio descendió sobre él como un manto de seda. Genuino alivio. Haciendo que se dejará caer al lado del mago, acostandose en el suelo del bar. Observando de reojo su perfil.

Estaba vivo.

<<Está vivo.>>