En un viaje lleno de magia y fantasía, Lank aborda un tren hacia el polo Norte, conoce a muchos seres fantásticos, se enamora de un hombre mayor que ella, tiene diferentes aventuras dentro y fuera del tren, y descubre que la magia y el amor no es al...
Senjuro no tardó en ir hacia mí, tomó el regalo y leyó la pequeña tarjeta...
- Padre, mira...
- ¡…!
- ¿Qué sucede?
- Es la letra de mi esposa.
- ¿Es de mamá?
- ¡…! - Shinjuro había quedado en shock, después apartó la mirada.
Lo ví triste, me acerqué hacia él, e intenté consolarlo...
- ¿Se encuentra bien?
-... Antes de que ella diera su último suspiro, me dijo que tenía un regalo para Senjuro, que se lo diera en cuanto cumpliera 11 años, un día el regalo desapareció, lo busqué pero jamás lo encontré... Me pregunto, ¿cómo habrá llegado hasta aquí?
- No lo sé, pero lo que importa ahora, es que ya lo tiene, tal vez sólo sea magia.
-…
Ambos nos quedamos en silencio por un rato, hasta que escuchamos a Senjuro querer abrir el regalo...
- ¡Espera, Senjuro!
- ¡No, no lo habrás!
- ¿Por qué no? - dijo con su mirada melancólica.
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- Los regalos no se abren hasta Navidad, aún es Nochebuena.
- Pero quiero ver lo que hay adentro.
- Lo sé, pero puedes esperar, no te apresures, aguarda la sorpresa.
- Mmm, está bien.
- Ese es mi niño.
De repente, toda esa montaña de regalos, justo donde estábamos, comenzó a moverse, como si empujaran una plataforma debajo de nosotros.
Terminamos debajo de una ventana enorme, después, ésta comenzó a abrirse, desde el cielo, se acercaba un globo, que tenía unos ganchos con los que nos sujetaron, y comenzamos a elevarnos.
Al principio nos asustamos, pero nos dimos cuenta de que salíamos del lugar, a lo lejos visualizamos el hermoso paisaje...
- ¡Woooww! ¿Alguna vez habían visto algo tan maravilloso como esto?
- No, nunca. - dijo Senjuro.
De repente, comencé a tener la misma sensación que tenía cuando subí al tren, la sensación de que alguien te observaba, me giré y, en definitiva, Shinjuro me miraba, totalmente diferente como esa vez, tenía la mirada relajada y una hermosa sonrisa, no me había dado cuenta de que estábamos teniendo contacto visual, no dejé de mirarlo como el tampoco lo hizo....
Después, le dirigí una sonrisa y volví a ver al paisaje, en eso escuché...
- Una belleza, observando a otra belleza.
No evité sonrojarme y sentí que Shinjuro me tomaba de la mano.
Después de unos momentos, observamos una luz intensa, que se acercaba a nosotros, pero resultó ser las luces de un hermoso árbol de navidad en medio de la plaza.
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Parecía que el tiempo se había detenido en nuestra ausencia, porque todavía faltaba para la medianoche.
- Sabía que llegaríamos.
- Es hermoso.
- Yo diría que disfrutaran de esta vista, nunca sabremos si volveremos a tener una igual.
- Yo tendré esta imagen en mi cabeza, siempre.
Comenzamos a descender, sin problemas, hasta que nos dejaron caer en algo, y el globo se fue volando.
Tratamos de salir pero nos fue imposible, escuchamos voces cerca, y unos duendes se asomaron justo en donde estábamos...
- Aquí están.
- Lo lamentamos, caímos aquí por error. - dije sin pensar.
- Tranquilos, no se preocupen, siempre supimos que estaban aquí.
-... Ok.
- Los ayudaremos a salir.
Fue un alivio que nos encontraran, y si sabían que estuvimos ahí todo el tiempo, quiere decir que nos vigilaban, tal vez desde que el vagón se separó de los demás.
