Valeria Castro
Apagué mi computador con un resoplido, solo habían números y más números en mi cabeza y ya me dolía. Respiré hondo y cerré mis ojos hasta que sentí la vibración de mi celular.
—¿Hola? —Volví a cerrar mis ojos y suspiré.
—¿Ya te vas a dormir? —Reí escuchando la voz de mi mejor amigo de la universidad.
—Acabo de terminar un taller de álgebra, tengo tantos números en la cabeza que siento que voy a estallar. —Mi mejor amigo soltó una risa.
—Vamos a una fiesta.
—¿Quieres que mamá me mate?
—¿Hace cuánto no vas de fiesta?
—Volví la semana pasada de visitar a mi abuela, desde ahí.
—Bueno, pues ven conmigo, le dices que vas a el cine o yo que sé.
—Está bien, te veo donde siempre. —Me despedí y colgué.
Me levanté de la silla y empecé a buscar que tipo de ropa colocarme. Mamá era enfermera y estaba haciendo un turno de noche, así que no tenía que pedirle permiso, pero si llegaba después de ella iba a ganarme el regaño de mi vida. Últimamente estaba de mejor humor conmigo, tal vez deba agradecerle eso a Sofía, quien siempre que mamá empezaba a regañarme ella automáticamente cambiaba de tema.
Sofía...
Llevaba una semana aquí y no me dirigía casi la palabra, de hecho, no me hablaba. No es que la viera mucho, ella salía en la mañana y volvía en la noche, pero extrañamente aún no había vuelto.
Decidí dejar de pensar en ella y terminar de arreglarme, me maquillé un poco, tomé algo de dinero y salí.Tardé unos 20 minutos en llegar hasta la zona de discotecas de la ciudad y vi a mi amigo en el mismo lugar de siempre. Juanpa es uno de mis nuevos amigos en mi retorno a la universidad, nos llevamos bien de inmediato, así que todo ha sido más fácil junto a él.
—Hola, señorita. —Me besó la mejilla y yo sonreí. —Hay un gran evento en Olympia, no me lo quiero perder.
—Entonces vamos antes de que suban los precios de entrada. —Me enganché en su brazo y juntos empezamos a caminar.
—¿Cómo vas en tu última semana de vacaciones? —Preguntó el moreno y yo me encogí de hombros.
—Estoy adelantando talleres así que estoy estresada.
—No te esfuerces más de los necesario, no apresures las cosas. —Me hizo un pequeño masaje en los hombros y yo solo le sonreí. —¿Cómo va la convivencia con tu mamá y tu ex?
—Sofía ha ayudado a que mamá deje de presionarme tanto, pero ella no me habla.
—¿No te habla?
—Me dice buenos días o hasta luego, pero nada más sale de su boca cuando es para mi. Pero con mi madre parece que no se hubieran visto en años. —Solté con algo de molestia por su inmadurez.
—¿Acaso estás celosa de tu madre? —Le di un pequeño empujón al tonto que se estaba riendo de mi.
—¡Claro que no! Solamente me parece ridículo hasta donde llega su inmadurez.
—Bueno, Vale, ¿de qué tienes que hablar con ella? —Juanpa levantó una ceja y se cruzó de brazos. Abrí mi boca y volví a cerrarla porque no se me ocurría una respuesta. —¿Quieres que ella llegue y entre a tu cuarto para preguntarte cómo te fue en el día?
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Salto de Fe
Novela Juvenil¿Qué harías si tienes que vivir con tu ex novia? Esa misma que te rompió el corazón y no ves hace más de 6 años... Bueno, Sofía Madrid debe pasar por esa situación al volver a su ciudad natal después de vivir una larga temporada en el extranjero. D...