Tercero

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Jungkook tenía su corazón a full. Galopaba a mil por hora y se sentía en el cielo.

Jimin era ... era su Jimin, era su chico lindo, su destinado.

Pero vivía lejos, en una ciudad que odiaba, ¿Qué haría cuando se vaya? Miles de preguntas le invadieron el corazón. ¿Qué haría cuando Jimin se fuera? ¿Lo dejaría ir?, sintió que su corazón se destrozaba. No había pensado eso.

No quería dejar su vida. Él amaba lo que tenía hoy, su tranquilidad, sus libros, caminar por el bosque, pero Jimin era, .... era su destino.

Apretó sus ojos, y pasó su mano por su cara frustrado, él hablaba de esto en sus libros, hablaba del destino, pero qué difícil era dejar lo que amaba por eso.

Otra punzada de angustia le provocó náuseas. Había un picor de dolor en su cuerpo.

Mañana sería otro día, trataría de llevarlo a la ciudad, pero si lograban llegar, ¿Jimin se iría?!

Y si le mentía y decía que no se podía ir, y si se hacía el loco y le decía que el camino estaba cortado.

No, él era un hombre correcto, jamás le haría eso a nadie.

Su cabeza y corazón le estaban enviando las señales equivocadas.

Mejor era acostarse.

Llegó a su habitación, se lavó los dientes y se puso pijama, los días estaban bastante fríos, trato de dormir pero daba vueltas de un lado para otro y no podía dormir.

Decidió que lo mejor sería escribir un rato, si algo hacía olvidar las preocupaciones era eso, tomó su computador y empezó a teclear algunas frases sin sentido, esto lo despejaba un poco.

Estaba a la mitad de una historia donde la doncella se volvía reina y se enamoraba del rey del reino contrario, cuando se escuchó un trueno, dejó los lentes a un lado sobre el edredón, miró hacia la ventana y el relámpago alumbró la habitación completamente, otro, y otro más.

Se avecinaba una tormenta.

_ Maldición! Parece que la luna lo había escuchado, caerán árboles y quizá mañana el camino este cortado.

El viento soplaba más fuerte y la lluvia rompió el silencio golpeando con fuerza sobre los vidrios de la cabaña.

En eso sintió unos pies descalzos corriendo por el pasillo.

Se quedó escuchando y se levantó.

Abrió la puerta y asomo su cabeza

vio a Jimin en la pared desorientado, abrazado a su almohada, mirándolo con las pupilas dilatadas y los ojos brillantes.

_ Jimin! ¿Qué te pasa?_ pregunta Jungkook con el olor a humo por doquier.

Jimin lo miró _ le temo a las tormentas, me desperté y me perdí, no hay luz y no sabía dónde estaba tu habitación.

Jimin carraspeó.

_ La verdad me da mucho miedo, mmmm puedo quedarme contigo?. No molestaré.

Jungkook pensó un poco. Su lobo movía su cola de alegría, su omega lo necesitaba.

_ Ok. Puedes entrar. La cama es grande.

_ Gracias, le dijo Jimin con una sonrisa.

Jimin entró a la habitación y lo golpeó el rico olor a chocolate y menta con madera recién cortada.

Aún estaba envuelto en la manta, y se quedó de pie en la cama, vio un lado abierto y se fue al otro lado . Estaba claro donde dormía Jungkook.

Otro trueno hizo temblar el piso, y el relámpago iluminó la habitación, Jimin saltó, se metió a la cama rápidamente y Jungkook río.

Tercer AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora