Iván Guzmán y Danais Messina
—Capítulo VII—
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•—Levantense, tan viendo que se acaba de caer y todavía se avientan sobre ella otra vez.
—¿Nino? —preguntó la castaña abriendo sus párpados.— ¡Nino! —exclamó levantándose con rapidez.
—¿Cómo estás cabrona? —inquirió esperando a la joven con los brazos abiertos.
—¡Tres años no fue a verme! —chilló con indignación mientras lo abrazaba.
—Era mejor de lejitos, hija —respondió él, palmeando levemente su espalda cubierta por una blusa de manga larga.
—¿Aún seguirá siendo así? —preguntó alejándose.
—Ya te volviste a ver con mis escuincles. —la castaña rió por lo bajo al escuchar como su padrino había llamado a su hijos— Eso ya no es una opción.
—¿Me está queriendo decir, que si desde antes me hubiera visto con sus hijos, ahorita seríamos todavía más unidos?
—Así es hija, es más, creo que hasta ya estarías casada con el Iván —contestó frescamente, mirando a su hijo.
La europea frunció el ceño y miró al nombrado, quien tenía las mejillas coloradas de la vergüenza, ocasionando las carcajadas de los presentes, principalmente del hermano de la italiana.
—Iván me lleva casi una década —respondió ella mirando al capo mayor.
—¿Me estás diciendo ruco? —preguntó el nombrado con cierta indignación.
—Que conste que tú lo dijiste —contestó ella, alzando los hombros.
—¿Quieres saber lo que este ruco es capaz de hacer? —inquirió el Chapito con doble sentido, ganándose un golpe en la cabeza por parte de su padre y un cara de desagrado de la mujer.
—Ten más respeto, pendejo, no estás hablado con una puta del congal —regañó el adulto.
Danais lo miró con incredulidad.
En verdad que no creía las palabras de su padrino, pero, como toda buena mujer, intervino en defensa de su mismo sexo.
—Padrino —llamó su atención ella. Mattia sabía lo que se avecinaba desde el momento en que el señor dijo esa palabra obscena. Él y el resto de la familia habían tenido esa charla una infinidad de veces, hasta el punto de escoger las palabras correctas para hablar de una dama de compañía o estriper—, independiente de a lo que se dedique una mujer, ni usted, ni nadie debe dirigirse de esa manera a la "puta" del congal, porque lo vuelvo a repetir; independiente de su trabajo, sigue siendo una dama.
Las tres Guzmán sonrieron al escuchar las palabras de su amiga de la infancia, porque compartían los mismos pensamientos hacia las mujeres que tienen ese tipo de trabajos, porque si bien, todas tiene una necesidad diferente, no era bueno ofender o ponerles un nombre desagradable, ya que podían ser ellas las que estuvieran en esos lugares. No todas habían tenido la oportunidad de nacer y crecer en un mundo de dinero, con toda una vida hecha, como ellas y estaban agradecidas por eso.
[...][...]
31 de Enero del 2019
Sinaloa, México.—¿Cuándo pensabas decirme lo de la niña? —preguntó don Joaquín, observando como su hijo menor y la única mujer de los Messina se alejaban en los caballos.
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Prometí encontrarte... 𝑰𝑨𝑮
FanficUn amor de niños que los seguiría por sus vidas, paso con paso, día con día, hasta que el destino los volviera a unir, para ahora sí hacer lo posible para que estén juntos. Una promesa de un adolescente y una niña, una promesa que uno de ellos se to...