CAPÍTULO TRECE

1.3K 132 1
                                    

Confrontamiento

Artemisa

Los últimos días me he estado preparando para las próximas misiones que vienen en camino, colaborando con los interrogatorios que le hacen a Alessandro y Bernardo Mascherano, pero ninguno de los dos, quiero abrir la boca. Las ganas de entrar y torturarlos hasta que hablen, hace que salga rápidamente de ahí, buscando mi única paz que siento estando con Christopher.

Los encuentros con él, no han cesado, desde esa vez en su departamento, del cual ya habían pasado unas semanas. Varias veces hemos sido vistos, una de esas veces fue por Rachel, que hizo un show, aunque la entiendo, Christopher folla de maravilla, pero eso no puede importarme menos que ahora, no sé si él habrá tenido encuentros con la teniente, pero no le tomo importancia, no busco exclusividad, aún.

No sé cuánto se tarda en venir a decirme cosas, ya que las miradas que ha estado dedicando dicen muchas.

Miro hacia la puerta de mi oficina, la cual es abierta de manera brusca y me levanto del asiento, haciendo frente a la teniente.

— Aléjate de Christopher — explota.

Me acerco hacia ella y pasó de largo, cerrando la puerta, para evitar miradas chismosas.

— No entiendo porque tendría que hacer eso yo — digo tranquila a sus espaldas.

Se da la vuelta encarándome.

— Él es mío — gruñe.

— Entonces no entiendo la inseguridad.

Se acerca hasta a mi queriendo tirarme una cachetada, pero paro su mano antes de que logre su objetivo, la acercó más a mi dejando nuestros rostros a escasos centímetros.

— Cariño — acaricio su rostro con mi mano libre —, se que te gusta como te folla el coronel, pero que creas que es tuyo por eso, es mucho, ya que ha estado con miles más antes y después que tú — me separo —. Yo no soy, ni tú compañera o amiga, cómo para hacerte ese favor de alejarme.

— Aléjate, solo eres algo pasajero — intenta defenderse.

— Lo que es pasajero, es lo que tú tienes, no me digas que piensas en tener una relación con él — respondo mirándola fijamente —, porque si no mal recuerdo, tienes un novio con el que estás a meses de casarte y la fidelidad va en los votos, lo cual no puedes cumplir hasta ahora.

— No tienes derecho a meterte en esto.

— Claro que no — le doy la razón —, cómo tú tampoco tienes derecho a decirme que me aleje, porque según tus alucinaciones crees que es tuyo.

Me dedica una mirada de odio, pero yo solo le respondo con una sonrisa, quiere salir, pero le impido el pase.

— Cuida tus espaldas, James — advierto —. También atente a las consecuencias, ya que tus acciones dejan mucho que desear y no querrás que llegue a oídos de uno de los generales más honorables de aquí.

— No me amenaces.

— No te estoy amenazando — dejo el pase libre —, solo te digo que mires a todos lados y que cuides tus acciones, muchas personas se ven perjudicadas con eso, cómo Dominik.

— ¿Qué tiene que ver él aquí? — frunce el ceño.

— James, enamorarse de ti puede ser una bendición o una maldición.

Abro la puerta invitándola a salir, me dedico a una mirada de confusión pero con el odio presente aún. Cierro la puerta y suelto un suspiro antes de salir para iniciar con el entrenamiento programado con mi tropa.

Entre Demonios [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora