CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO

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Cuenta regresiva: Terminada.
Artemisa Walker.

— ¡Déjame dormir! — grito cuando el idiota de Ilenko empieza a manosearme —. Me voy a meter un cuchillo en tu puto pene a ver si me dejas tranquila.

Malyshka — dice entre dientes —. Ese embarazo te tiene jodida.

— Tú eres el que jode — me levanto de la cama —. Tengo que ir a la iglesia.

— ¿Ahora eres hermana?

— No me jodas — le tiro un almohadazo —. ¿Qué hora es?

— Son las dos de la tarde.

Me voy al baño y aprovecho para meterme a la ducha, sin importarme tanto la presencia de Ilenko, no sé si siga ahí o no, pero le doy por su lado.

Tengo que estar ahí, antes de las cinco si quiero hacer mi gran espectáculo. Salgo envuelta en una toalla y voy directamente al espejo, visualizando la pequeña curva que hay en mi vientre, pero los gritos que vienen de afuera me ponen alerta, agarro el arma que tengo en mi mesita de noche y me dirijo hacia la puerta.

Estoy de espaldas contra la pared y el disparo hace que salga con el arma activada, el proyectil sale disparado impactando en el entrecejo del sujeto e Ilenko se encuentra con la mano en el brazo y sonriendo siniestramente.

— Es bueno tenerte en acción, Malyshka. — susurra en ese acento ruso que me agarra con las defensas bajas.

Lo veo repararme por completo con la mirada y trago saliva antes de ladear la cabeza para mirarlo de forma seria. Se empieza a acercar con calma y la fragancia de Ilenko Romanov me pone peor.

Desvió mi mirada de él hacia el cuerpo inerte del hombre y los pasos cercanos de Ilenko se pueden escuchar con claridad por el silencio que rodea la habitación.

— ¿Cómo está la brujita de la familia el día de hoy?

Una sonrisa se plasma en mi rostro por la tontería que dice y pongo mi peso en la otra pierna cuando empieza a rodearme como si fuera su jodida presa.

— Deja tú juego — me volteo —. Iré alistarme para partir...

— Calla, Artemisa...

— No, cállate tú y anda a curarte esa herida — digo yo.

Se tambalea y no se porque mierda voy hasta él y lo empujó al mueble, yéndome hacia el cuarto de baño para llevar el botiquín conmigo a donde se encuentra.

Se recuesta en el asiento y cierra los ojos, su respiración es lenta y tranquila. Miro su brazo y a los pocos segundos se saca la playera ofreciéndome su brazo herido.

Saco algunos algodones junto con el alcohol, con el cual me encargo de desinfectar la herida, mi mirada se desvía en algunas ocasiones, pero trato de seguir atenta en la herida más que en nada. <<No quiero más líos ahora..>>

Termino de curar la herida e intento alejarme, pero el agarre que ejerce en mi muñeca hace que caiga encima de él, la toalla queda media salida ante el movimiento brusco dejando mis senos al aire.

— Jodido animal — susurro e intento separarme.

Con ambas manos hace que mis piernas queden separadas y el con ambas en medio de ellas, la toalla se me alza e intento arreglármelas como puedo acomodando mejor el nudo en la parte superior.

— ¿Desde cuando matas al primer disparo? — Intenta bromear —. No eres de esas que primero dialogan...

— No me jodas — digo entre dientes —. Te salvé la jodida vida y vienes a...

Entre Demonios [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora