Entre Demonios [+18]

CAPÍTULO CINCO

La cena: Parte 2

Christopher Morgan

La polla me duele y no dudo en salir como alma me lleva el diablo hacia la oficina de James, al entrar la encuentro sola y me mira asustada, la acorraló en su asiento y no demoro mucho en devorarle la boca. Mis ojos se fijan en los suyos detenidamente, los celestes que me llamaron la atención al principio, son opacados por unos ojos dorados que me han dejado con la polla parada hace unos momentos, haciendo que me aleje.

— Cristopher..

No es ella a quien quiero.

La dejo con la respiración hecha un asco e intenta decir algo más, pero salgo y cierro la puerta, largándome a trabajar. Al llegar, encuentro a la inútil de mi secretaria que no duda en levantarse nerviosamente cuando me ve y bota lo que tiene en manos.

— Buenos días, señor.

— Quiero un café americano, sin azúcar — ordenó antes de entrar a la oficina.

La luz del ventanal me recibe y me dirijo hacia el, visualizando a Dominik Parker junto con tropa y a su lado llega Artemisa, el cual al verla la abraza, no sé lo que dice, pero al separarse se enfoca en los demás, haciendo que estos se disipen y los dejen solos. Esté se acerca a ella y ríen, haciendo que el mal sabor en mi boca haga presencia y me aparto. La secretaria hace presencia a paso de tortuga e intento calmarme, porque parece un pollo mojado.

— Aquí tiene, señor — se le derrama un poco la bebida.

— Anda al medico — tomo el café —. Pareces pollo mojado todos los días.

— Lo siento

No dejo que termine y Patrick hace presencia, sin dignarse toca la puerta como ya es costumbre en él.

— He venido a servirle, coronel — se sienta a mi lado.

— De acuerdo. — Abro la laptop — Ahora hablaremos de temas más delicados que requieren una mayor atención en estos momentos, lo demás verás con los capitanes.

Necesito el mejor equipo Élite y para eso debe estar Artemisa en ello, por los títulos que tiene y la demostración que ha estado dando estos días es buena y puede adaptarse con mayor facilidad con las personas que ya forman parte de está.

Los gritos de afuera llaman nuestra atención, viendo como Dominick Parker se encuentra cargándola y Artemisa queriendo que la baje.

— ¿Esa es Artemisa? — asiento —. Es sexy.

Lo fulmino con la mirada ante lo último que dijo y esté alza las manos en señal de inocencia.

— No le vayas a decir a mi esposa — niega — Aunque ella nunca me cela.

Ignoro lo que dice y me acomodo nuevamente en el asiento siguiendo con el trabajo que tengo y Patrick hace lo mismo, pasándome la información que es requerida.

— ¿Irás a la cena? — pregunta una vez acabamos.

— Bratt insistió — me recuesto en la silla —, le puse millones de excusas y ninguna funciono.

— Pero siempre hace lo que quieres — se burla —. ¿No será que quieres ir por otra cosa?

Lo miró enarcando una ceja y este niega divertido. Agarra sus cosas y se despide antes de salir. Me concentro nuevamente en la laptop, ocupándome todo lo que queda del día viendo las novedades que hay con un caso en especial que tengo en la mira, esa cuenta es por la que estoy aquí. Tengo un objetivo específico que es desmantelar la organización delictiva que tiene como cabeza a Antoni Mascherano, con el cual tengo una deuda desde años atrás. Soy un Morgan, pero eso no quita mi parte delincuencial que tengo, de la cual saque provecho antes y lo seguiré haciendo ahora.