Arco II: Una cura

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Era una mañana de lunes, una de esas que lo único que quieres es lanzarte por un acantilado para acabar con el sufrimiento que conlleva levantarse a las cinco de la mañana.
La casa Cross estaba en completo movimiento.
El director caminaba de un lado al otro preparando algo pastoso en la cocina que el denominaba como desayuno nutritivo, Yagari alistaba algunas cosas para ir a la asociación, Zero se preparaba flojamente para empezar su rutina como profesor y el pequeño Haru, bueno, el solo observaba a los adultos moverse como zombis por el lugar.
- Mama- llamo a Zero el cual se colocaba una chaqueta de vestir color negro- ¿puedo ir contigo?
Este, sin despegar la vista del espejo negó con la cabeza y una vez acomodo la ropa a su cuerpo, se volteo y acaricio las hebras chocolate del niño.
- no Haru, tu iras con tu maestra y tus amigos de clase.
- yo no tengo amigos-susurro.
- ¿estás seguro?
- tengo a Yagari-san, Cross-chi, Mama y a Alex-san así estoy bien.
- ¿Alex? -pregunto algo desconcertado-. ¿Alexandro?
- ¡si! ¡Él es mi amigo!
El peli plata soltó un suspiro y mostró una sonrisa ladeada.
-Bien, está muy bien Haru- Dijo colocándose a su pequeña estatura-. Pero necesitas amigos de tu edad.
- ¡no!
- Haruka.
-...no quiero más amigos.
El peli plata soltó otro suspiro.
- ¿piensas quedarte solo cuando nos vallamos nosotros?
- ¡me iré con ustedes!
-Niñato tonto- dijo acariciando su cabeza-. Hagamos un trato, si traes un amigo de tu edad, te comprare ese juguete que tanto quieres y lo compartirás con ese nuevo amigo tuyo.
El pequeño hizo un pequeño puchero pero termino aceptando.
Luego de eso, Sayori pasó buscando al bicolor para llevarle a la guardería.
Desde lo ocurrido hace unos años ya, Wakawa Sayori, una de los pocos alumnos que no perdió la memoria, se había hecho cercana a la singular familia, y un tiempo después se convirtió en profesora de la academia además de una activa cazadora.
- Bien Haru-kun, andando- dijo la chica tomando de la mano al niño, ella acostumbraba a llevarle al kínder, ya que la clase que impartía era a partir de la segunda hora a diferencia del peli plata que le tocaba a primera hora-. Hasta luego Zero.
Se despidió a lo que este le respondió con un gesto de despedida.
Una vez en la guardería, las maestras recibieron al pequeño y despidieron al ojimiel.
- Bien Haru-kun- hablo una de sus maestras mientras lo guiaba hacia la sala de juego -. Tu Mami es realmente bonita.
- ¿usted la conoce? -pregunto el niño distraídamente mientras buscaba entre los estantes algunas hojas y crayolas para dibujar.
- ¿uh? ¿No es la hermosa mujer de ahora?-pregunto confusa.
- ¡no! Ella es Sayori-nee.
- ¿Es tu hermana mayor?-pregunto confundiéndose aún más.
- Algo así, mi Mami es muy hermoso- dijo tomando una crayola y empezando a dibujar en aquella hoja-. Tiene la piel pálida y un lindo cabello color plateado- trazo en la hoja lo mencionado-, ojos color morado y es muy amable. Es alto, y delgado y tiene una linda flor en su cuello.
Dijo y finalizo el dibujo mostrándoselo a su maestra.
- ¡qué lindo dibujo Haru-kun! Apuesto a que tu Mami es muy hermosa, por cierto se dice "hermosa, alta y delgada"
-no, está bien dicho- dijo el pequeño a lo que la mujer rodó los ojos.
La mañana iba pasando poco a poco y el pequeño niño de ojos bicolor estaba sentado completamente solo haciendo dibujos y armando castillos con legos aunque en realidad esa soledad suya no parecía molestarle ni un poco.
- Haru-kun-llamo la maestra al niño-, me acaba de llamar tu hermana mayor para decirme que te vendrá a buscar tu Papi Zero.
- Sayori-nee no es mi hermana- dijo sin despegar la mirada de su obra de arte-, y Zero es mi Mami.
La maestra suspiro, ¿acaso escucho mal? Eso debía de ser, aunque el nombre era bastante masculino, o el niño era realmente testarudo.
Llegó la hora de recoger a los pequeños y poco a poco la entrada se fue llenando de representantes en busca de sus niños.
Cada pequeño corría a los brazo de sus padres una vez lo divisaban y el pequeño castaño no fue la excepción, apenas diviso a su querida "Mami" corrió a su brazos.
- ¡Llegaste!-dijo alegremente mientras la escena obtenía la atención de varios de los presentes.
- Hola Haru, ¿te has portado bien?-pregunto con una sonrisa a lo que el niño asintió y le abrazo, dándose cuenta de que el peli plata no venía solo, venía con el azabache del bosque, con Alexandro.
- ¡Alex-san!- dijo algo sorprendido pero alegre.
Desde el incidente en el bosque ya hace un tiempo, Haruka solía ir a jugar a escondidas con el azabache, hasta que Zero lo descubrió, y después de algunos ruegos por parte del pequeño, y Cross, ahora Alexandro solía jugar con el e incluso iba de vez en cuanto a cenar con la familia.
- Hola pequeño -le saludo este con una sonrisa.
- ¿Qué haces aquí?-pregunto entusiasmado.
- Uhm...-alzó al pequeño-. Es un secreto, mejor vamos ya a casa.
- ¡Sí!- asintió el levantando sus manitas.
-Este... - carraspeo su garganta la maestra al ver al pequeño yéndose con las personas aún no identificadas-. ¿Es usted Zero-san?
El nombrado volteo su rostro hacia la mujer y asintió.
-oh, es un gusto, soy la maestra de Haruka-saludo escaneando al peli plata con la mirada.
-"Es alto y delgado"-recordo la descripción del pequeño-. " tieb el cabello plateado, y una flor en el cuello"
Justamente como la persona que se indetificaba como su padre justo ahora.
¿Sería posible que esta fuera una pareja...diferente?
Tenía sentido, Haruka no se parecía para nada a ninguno de los dos.
- El gusto es mío-dijo de manera amable el amatistas y sonrió-, gracias por cuidar de Haruka.
- o-oh, no ha sido nada, Haruka siempre ha sido un buen niño-dijo deslumbrada por esa facciones perfectas acomodadas para formar una dulce pero a su vez atractiva sonrisa.
-Igualmente, gracias-dijo montando en varias mejillas sonrojos, y dejándole aun aturdida, cogió camino junto a "su pareja" y el alegre niño.
Ya sabría esa profesora que su idea no había sido tan alocada.
El recorrido a casa fue entretenido, con las ocurrencias de Haruka y las risas de ambos mayores fue lleno de color.
- Eh, Zero, veo que eres bastante popular donde vallas-menciono el azabache depositando al niño en el suelo.
El peli plata suspiro un poco y se dirigió a la cocina.
- ¿Es eso importante?-pregunto-. Además, ¿desde cuándo es "Zero"?
-si es importante Zero-chan~
Además, llamarte "Kiryuu" es tan fuera de lugar...
-déjalo mejor en Zero- dijo buscando alguna cosa en los estantes-. ¿Y por qué esta fuera de lugar?
Enseguida en azabache se acercó peligrosamente al amatista y poso sus manos en sus caderas.
- es cruel Zero-chan- canturreo en su oreja, dejando congelado al menor, aprovechado él para meter sus manos debajo de la camisa -. Después de todo, en nuestra rara relación...
- Alexandro, suéltame- sentenció antes de que este pudiera terminar su frase.
- Pero...
Enseguida el peli plata, con un rápido movimiento golpeo el abdomen del azabache con su codo, haciéndolo retroceder, y una vez este estuvo agarrándose su estómago adolorido, lanzo una patada directo a su cabeza.
Pero agradezcamos que Alexandro no es un simple humano-porque el golpe no lo fue-y con sus reflejos sobrenaturales logro divisar la piernas justo antes de que impactara con su rostro la detuvo.
- Tsk-chasqueo la lengua el peli plata, solo un poco más de velocidad y logran su objetivó.
- estuvo cerca Zero-dijo este con la pierna del chico sostenida y alzo la vista, ah esa mirada suya dorada, llena de deseo esta vez, tan dorada y enigmática que hizo al cazador estremecerse.
Y apenas este sintió el movimiento, lo atrajo hacia su cuerpo y lo empotró contra el mesón.
-nah Zero-susurro a su oído y hundió su nariz en el cuello del chico-. Sé que te gusta esto-volvió a susurrar dando un pequeño beso en su clavícula, ya la camisa estaba siendo removida.
- A-Alexandro-intento sonar demandante, pero no le salió-. Aquí no, ey.
Forcejo pero el azabache no cedía.
- ¿aquí no? ¿Entonces me dejaras seguir en otro lugar?
-s-solo saca tus m-- ¡ah!-soltó un pequeño gemido al sentir los dedos del demonio rosar sus pezones.
- Linda reacción -ronroneo este a su oído, parecía lo estaba haciendo sufrir, eso era cruel definitivamente, ósea, deja de hacerlo sufrir, cógetelo y ya...
(Ups...se me escapo XD)
- M-maldito-mascullo mientas sus mejillas eran inundadas de una tonalidad roja, y su cuerpo empezaba a presentar espasmos.
- ¡Mami!- escucharon de repente la voz de Haruka acercarse por el pasillo.
- suéltame ahora-susurro forcejando aún más.
- pero si estábamos tan bien...
-Suéltame...Haruka...
-pero yo no quiero Zero-chan...- volvió a susurrar y beso sus labios y abrazo aún más el cuerpo hacia él.
- tsk.
-mami, mira- llegó el bicolor a la cocina agitando una hoja con un dibujo, y la escena que encontró no le fue anormal, ya que era de su querida madre encendiendo la cocina y Alexandro sentado en la mesa comiendo una manzana, aunque la verdad el peli plata se encontraba realmente rojo, pero el pequeño le restó importancia y continuo su anuncio-. ¡Mira mi dibujo!
Enseguida el amatista volteo y tomo la hoja para observar y hermoso dibujo, bastante elaborado para un pequeño de cuatro años.
- wow, que lindo Haruka, ¿ese soy yo?- dijo con una sonrisa mientras observaba el muñeco con cabello plateado y ojos lila.
- ¡sí! Y mira este- dijo sacando otro más-. Ellos son Cross-chi y Yagari-san, y este de acá eres tú y Alex-san-hablo emocionado.
- Te han quedado genial- hablo el azabache tomándolos y se sorprendió un poco-. Hey Haru, ¿me puedo quedar con este?
- Sip-respondió con una sonrisa.
- ¿Cuál?-pregunto el cazador.
-Este-volteo la hoja y el amatista pudo apreciar el delicado dibujo.
Se trataba de tres personas, dos más altas que la tercera.
La primera, poseía un lindo cabello plateado, unos grandes ojos morados y una flor en el cuello mientras con una sonrisa tomaba la mano de la segunda, que tenía el cabello negro y los ojos amarillos, esta cargaba a la tercera y más baja figura, un niño de cabellos chocolate y ojos bicolor, uno morado y el otro café rojizo.
Por kilómetros se podía deducir de quienes se trataban.
Eran ellos tres.
- ¿Por...que?-se auto pregunto el peli plata sin salí de su asombro.
- dicen que los niños saben más de lo que uno piensa Zero- dijo con una fina sonrisa el azabache y tomando de manera cuidadosa la hoja, la coloco en uno de sus bolsillos-. Voy saliendo, al parecer tenemos una visita indeseable, los veo mañana, tengo un compromiso para esta tarde también, al parecer los chupasangres se reproducen como cucarachas y esta vez es un nuevo puro, nos vemos.
Dijo despidiéndose, y en presencia de Haruka, depósito un rápido beso en los labios del cazador y acaricio la cabeza del pequeño, para luego salir del lugar.
Zero estaba estático, no era tanto por el beso, era por el comentario anterior.
¿Un nuevo puro?
¿Acaso Kaname y Yukki...?
No era posible... ¿o sí?
- Mami-llamo el pequeño sacándole de sus pensamientos.
- ¿uhm?
- ¿puedo hacer eso?
- ¿hacer que Haruka?
- ¿puedo besar a Mami?
- ¿qué? ¡No!- exclamo sonrojándose un poco, cierto que el maldito demonio lo había besado frente a Haruka.
- ¿Por qué?- pregunto curioso.
- porque eso es algo que solo puedes hacer con aquella persona que te gusta...-explico distraídamente.
-Entonces... ¡te gusta Alexandro-san!- exclamo emocionándose mientras daba brinquitos en círculos.
- ¿Eh? Eso...eso...es verdad...-susurro para sí y su cara ardió en rojo, oh, al fin lo admite-. Mejor anda y lávate las manos enano, el almuerzo estará en poco.
- ¡okay! ¡A Mami le gusta Alex-san!- se fue saltando.
-"niñato ruidoso"-pensó con una sonrisa-. "Estúpido Alexandro"-y se sonrojo (si, aún mas)
¿Desde cuándo gustaba el del estúpido demonio?
Bueno, la verdad era que siempre se había sentido atraído, pero nada de sentimientos de por medio.
Alexandro y Zero se habían vuelto cercanos...de hecho, muy cercanos.
Todo empezó dos días después del encuentro en el bosque...
Flash back
La noche era fría y desolada.
La luna se alzaba por lo alto reflejando su tenue luz platinada.
Zero estaba dando una pequeña ronda nocturna.
¿Razón?
Ni el la sabía.
Solo se había levantado a las 1:30 de la madrugada para salir por ahí...ok estaba también aquella pesadilla.
Otra vez, ese tonto sueño de nuevo lo estaba perturbando.
Esos últimos recuerdos suyos plasmados en pequeños fragmentos que de vez en cuando se presentaban en sus sueños.
Esos recuerdos catastróficos que solo le hacían sentir solo y lleno de dolor.
¿Por qué ahora?
Ya habían dejado de ser tan seguidos...
Volviendo a la caminata nocturna, el chico la estaba pasando mal caminando sin rumbo, sumergiéndose en el denso bosque, oh, eso no era una muy buena idea, no a las 1:30 de la madrugada.
Con la vista nublada y los pies pesados se recostó a uno de los árboles y dejo caer.
Esto era demasiado.
El dolor y la soledad le carcomían por dentro, era terrible.
Finalmente dejo que una lágrima recorriera su mejilla y se perdiera en la comisura de su rostro, y se dejó sumergir en el sueño.
...

Uhm...
¿cuanto había pasado ya?
Quien sabe...
Bueno, el peli plata se estaba despertando ya, los rayos del sol fastidiaba a sus ojos y...
Un segundo.
¿Los rayos del sol?
¿Qué hora era?
¿Y cómo fue que no murió del frío por pasar la noche afuera?
Enseguida el cazador abrió sus ojos, y se encontró recostado a un cuerpo cómodamente, que le proporcionaba calor y protección.
¿Pero qué rayos?
Se separó rápidamente y se encontró entrelazado al cuerpo de Alexandro, el maldito demonio de la otra vez.
¿Qué había pasado aquí?
Empezó entonces a forcejar un poco para liberarse del agarre que mantenían esos fuertes brazos alrededor de sus hombros.
- ¿Uhm?-medio abrió los ojos el azabache despertando plácidamente-. ¿Ya despertaste? Uhm...que flojera Zero-chan, duerme un poco más...
Susurro y abrazo aún más su cuerpo contra el suyo.
El cazador estaba estático.
¿Qué paso acá?
Analizando la situación...estaba dando una caminata por el desolado bosque a las 1:30 de la madrugada espantando los recuerdos de su cabeza, cuando se sintió pesado y se sentó al pie de un árbol, se quedó dormido, y ahora esto.
Vio a su alrededor y noto que estaban un tanto alejados de la academia, cerca del arroyo, justo donde se habían encontrado la primera vez.
¿Porque había ido hasta allí?
No lo sabía, pero en realidad su condición actual no le molestaba, se sentía tan cálido y acogedor.
El cazador no lo pensó mucho y nuevamente se dejó caer en los brazos de Morfeo.
¿Qué le estaba pasando? Esto no era correcto...
Nah...Después tendría tiempo para agujerear al demonio.
Por ahora disfrutaría esto.
Fin de flash back.
Luego de esto, cada vez que Zero presentaba alguna de estas pesadillas, iba automáticamente hacia el bosque y se dejaba caer debajo del roble cerca el arroyo, sabía que allí encontraría consuelo, encontraría esa calidez que tanto deseaba.
Ya llego un punto donde empezó a ir a pesar de que sus pesadillas cesaron.
Era el su cura perfecta.
Luego descubrió las citas de juego que mantenían Haruka y el azabache.
Se molestó, su niño no le había obedecido, pero muy en el fondo sabía que se había puesto celoso.



¡Holiwius! ¿Cómo quedo esto?
Je je je
La verdad creo que quedo un tanto raro, pero me gusto XD
¿qué opinan ustedes?
Para completar estos arcos del pasado faltan dos partes.
Un pequeño adelanto seria sus títulos, algo así como: "¿te casarías conmigo? Maldito demonio..." y "luna dorada" (creo que uno de los mas importantes XD) en fin, ¡me devolvieron a mi BB! ¡Al fin!
Agradezcamos al cielo que mi madre no le menciono nada a mi padre porque si no...Este...bueno...pi...pi...pi...piiii... (?)
Capítulo dedicado a:

@KarinaRodrriguez
@Andy_Askdks
@JNlittle8_8

¡Chicos(as) gracias por su apoyo!
Os quiero un montón :3
Y a ustedes lectores fantasmas también los quiero XD
¡Apoyenme con sus votos y comentarios chicos (as)!
Eso me anima un mundo O(≧∇≦)O
Dejando esto a un lado, ahora subiré una parte donde estarán alguna notas importantes y el espacio para que hagáis sus preguntas para el especial de Preguntas y respuestas :3
Estamos creciendo wiiiii x3
Bueno ya terminando esto, me despido agradeciéndoles porque esto esta por ustedes y para ustedes, que me entretiene a mi como espero que les entretenga a ustedes :3
Gracias
Nos leemos en breve :*
Chau...└|゜ε゜|┐

Amor Reencarnado (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora