Amor Reencarnado (yaoi)

Encuentros...

Después de aquel incidente, Rin se dirigió rápidamente a la oficina. Iba caminando por los jardines, hacia el lugar, cuando una dulce y delicada brisa perfumada con un delicioso aroma a cerezos llamo su atención. Enseguida voltio para ver de dónde provenía aquel tan delicioso aroma y lo que encontró le dejo embobado.

Entre los esbeltos árboles de cerezo, había un ángel de plata, un joven esbelto, de tez más pálida que la suya, hermosos ojos amatistas y un espectacular cabello plateado que llegaba a su cintura amarrada a una semi coleta, una escultura de hombre. Pronto tuvo que salir de sus pensamientos, ya que unas estudiantes del turno diurno se acercaron a escena, Rin tan solo observo al joven y a las estudiantes conversar, aquel ambiente de primavera que había en la zona y el cerezo completaban un espléndido cuadro donde el peli plata era el centro de atención. El pelo castaño sentía como aquella escena le relajaba, tanto que por descuido liberó su presencia la cual junto a sus padres había escondido para no alertar a los alumnos del turno nocturno. Apenas ejecutó aquella acción el peli plata de largos cabellos voltio hacia el con una expresión se sorpresa en su rostro, el no supo que hacer, solo se mantuvo derecho mientras sus miradas se encontraban y chocaban entre sí. 5 segundos después el joven de hermosos ojos amatistas rompió aquel choque de miradas y Rin pudo ver en su expresión sorpresa y dolor. Luego de esto les dijo algo a aquellas estudiantes que miraban el suceso sin comprender lo que pasaba y sin más se marchó del lugar. Confundido se limitó a observar al peli plata hasta que se marchó, y luego emprendió camino a la oficina del director con varias cosas en mente.

Ya en las puertas de la oficina toco esperando el típico 'adelante' que al escucharlo abrió las puertas y entro rápidamente para encontrarse con el director, sus padres y un par de vampiros de la clase nocturna.

-con permiso- dijo elegantemente y se dirigió a uno de los sofás de cuero que había y se sentó relajadamente

-Rin- hablo su padre- ¿qué paso? - le interrogó

- ¿de qué hablas padre?- le respondió con otra pregunta con la elegancia marcada en sus palabras.

- por un momento tu presencia se desató claramente, eso no es propio de ti.

- no es propio de mi eh~ dijo el chico sin prestar le mucha atención, su cerebro estaba lleno de bastantes cosas, como el par de peli platas que había conocido ese mismo día.

-Rin, no estoy bromeando- dijo seriamente

- yo tampoco padre- contesto desafiantemente mirándole a los ojos

El mayor de los Kuran estaba a punto de asesinar al menor con la mirada ¿cómo podía ser que aquel niño que en su infancia amo a su padre con todo lo que tenía, ahora le desafiaba de tal manera?

-Rin-kun~ llamo en director rompiendo el regaño telepático que le daba Kaname a su hijo- te presento a Colls Takumi presidente de la clase nocturna y Kuro Ichika vice-presidente de esta- dijo señalando a un chico esbelto de cabellos color castaño claro y ojos café cubiertos por unos anteojos y otro alto y fornido sin exagerar nada de cabellos verdes algo largos y ojos dorados con una apariencia algo relajada

Rin hizo su debida reverencia y sonrió.

-Rin-sama - hablo el chico de cabellos castaño claro- me he enterado de que usted estudiara en el turno diurno ¿es eso cierto?

-así es Colls-san -respondió tranquilamente pero sabía que a los nobles no les gustaría para nada ese hecho, y tenía toda la razón, ya que el castaño de anteojos se sobre salto

-Rin-sama, no creo que sea lo más indicado para usted

-¿por que lo dice?

-porque usted al ser un tan importante purasangre debe de ser tratado como tal, y al estar entre los humanos que son ignorantes en cuanto a esto...no será tratado como debería de ser...

-ya veo- dijo colocando agraciadamente su mano derecha en la barbilla-gracias por tu preocupación Colls-san, pero estaré bien- completo mostrándole su máxima arma de encantamiento, una blanca y perfecta sonrisa.

- ...- el ojicafe se sonrojo un poco-pero...- dijo saliendo del embobamiento

-Takumi -le llamo el ojidorado- deja que Rin-kun elija lo que él quiere ¿no?

-¡sama! es ¡Rin-sama! Ichika no seas falta de respeto con un purasangre

- ok ok- dijo relajadamente el ojidorado

- Kuro-san, usted no es un vampiro verdad

- así es Rin-kun- dijo mostrando una sonrisa ganándose otro regaño del pelo castaño de anteojos

"No es un vampiro, es un ser oscuro, como un demonio"-pensaba el castaño ojivino cuando una presencia que se acercaba lo saco de sus pensamientos.

Todos en la oficina se encontraban hablando sobre el trasladó del joven Kuran cuando una poderosa pero gentil presencia se acercó a la oficina y toco las puertas.

Kaname se paralizo, su corazón empezó a latir rápidamente, el, más que nadie podía saber de quien se trataba, vio a su lado a Yukki, quien rápidamente colocó una retorcida mueca en su rostro y apretó sus manos fuertemente, y cuando dirigió la mirada hacia Rin, se sorprendió, al verle tan emocionado por que abrieran la puerta.

-*toc* *toc*- sonó la puerta

-adelante - dijo el director con una sonrisa en su rostro

-con Permiso- dijo aquel ser entrando al lugar elegantemente, se trataba de aquel peli plata que Rin se había encontrado en el jardín.

Kaname no lo podía creer, Zero... ¿Zero? Ahora aquel chico fornido de cabello cortó y pircing que había conocido en un pasado, se veía diferente, su cabello había crecido hasta su cintura y su cuerpo se veía más delicado y esbelto, parecía más un ángel que un cazador de vampiros.

- Director- hablo, su voz sonaba gentil, tanto que sorprendió al Kuran más de lo que ya estaba por la apariencia que ahora poseía- aquí están los informes que me pidió de los chicos de la clase diurna- dijo entregándole una pila de papeles al nombrado- ¡oh! gracias Hijo- respondió alegremente el director

"No refunfuño ni nada"- pensó aún más sorprendido Kaname, ¿era aquel ser tan hermoso el cazador frío y hostil Zero Kiryuu?

-bueno, si es todo, me retiro- dijo monótonamente, hizo una reverencia y se dispuso a salir del lugar cuando un ágil brazo le tomo por el hombro y le detuvo

-¿en qué le puedo ayudar Kuran-san?

Justo en ese momento Kaname pudo sentir como le clavaban un puñal en el pecho ¿Kuran-san? Lo estaba llamando Kuran, y lo peor de todo era que le trataba como un desconocido más, eso le dolía, le desgarraba por adentro. Intento articular alguna frase pero de su garganta no salió nada más que el nombre del peli plata

-Zero - fue lo único que logro salir de su boca cuando por primera vez en todos los años que aquel purasangre había vivido, sintió como una delgada gota de agua salada atravesaba su mejilla.