—¿Desde cuándo no te habla?
Si lo pensaba mejor, no era demasiado tiempo. Apenas dos días y él ya estaba volviéndose loco. Aunque pensándolo mejor, Hyungwon era bastante hablador y eso justificaba al 100% su preocupación. Más confiado en su respuesta la emitió sorprendiendo a su mejor amigo.
—¿Revisaste que no tuviera alguna falla? —Hoseok negó. —Ahí puede estar el problema. Tienes que revisarlo.
Hoseok ladeó la cabeza. —No quiero invadir su privacidad pero tampoco quiero seguir así.
Kihyun suspiró levantándose del suelo con la caja de cubos de colores al tope. Atravesó el pequeño salón de clase hasta llegar al otro extremo en donde dejó los juguetes junto al armario de mochilas.
—Es un muñeco, Seok —le recordó. —Y tampoco necesitas manosearlo para saber si algo está mal con él.
—No sé mucho de estas cosas —Hoseok rascó su nuca nervioso. —Hyungwon apenas y me mira. Estoy seguro que si le pido que me deje revisarlo se va a negar.
El jardín de niños cerraba sus puertas a las siete de la noche cuando el último niño se iba pero era faltaba poco menos de diez minutos para las nueve y Kihyun ya quería ir y lo habría hecho si tan solo Hoseok no le hubiera llamado por la tarde pidiéndole hablar. Kihyun estuvo preocupado parte de la tarde creyendo que su amigo estaba en aprietos pero no había nada verdaderamente preocupante.
Ante los ojos de Kihyun todo era extraño, entendía que el muñeco estuviera en rebaja por ser defectuoso pero también sabía que los muñecos con problemas de programación no salían a la venta ya que podía ser peligroso para los clientes. La mayoría de "defectos" que permitían para su venta consistían en detalles estéticos y hasta donde Kihyun había visto, por las fotos que Hoseok le mostró, el muñeco no tenía ningún detalle estético.
—¿Has intentado llamar a la compañía? Podría tratarse de un problema de industria —sugirió cerrando la puerta del salón.
—También lo pensé —Hoseok frotó sus ojos sintiéndose de pronto cansado. —Gracias por escucharme, Ki. Intentaré revisar a Hyungwon y sino puedo... llamaré a la compañía.
Kihyun asintió.
—Me encantaría acompañarte a casa y ayudarte con el muñeco pero... —el menor desvió la mirada pero Hoseok alcanzó a ver un ligero rubor en él —Hyunwoo me invitó a una cena.
Hoseok alzó las cejas divertido.
—Ustedes... ¿Ya formalizaron?
—¿Qué? ¡No! —Kihyun negó con la cabeza y las manos haciendo reír a Hoseok. —¡Es una cena de trabajo!
Hoseok asintió todavía sin borrar su sonrisa.
—Pero soy tan cercanos que te incluye en su mundo laboral.