Creo que te quiero

4. Ojos, ¿iguales?

-Jess, Jess, Jessica vamos despierta -escucho entre murmullos-

-Déjame en paz -digo antes de tirarme encima la cobija-

-Se hará tarde, no seas pesada, a bañarte, te espero abajo.

- ¡AGH! -me quejo antes de levantarme-

Quince minutos después estoy viendo que ropa ponerme, estando en interiores, si me pongo un vestido sería demasiado, además los adecuados no están limpios, al final me decido por una falda negra que me llega casi a la rodilla con una blusa de tirantes mostaza y como no, mis converse.

Ayer mamá me suplico para que me pusiera tacones y la complací, pero hoy no correrá con la misma suerte, frente al espejo intento desenredar el lio que tengo en el pelo para ponerme un poco de gel y hacerme un coleta baja, así estoy bien. Termino de ponerme el brillo labial y voy al baño para ponerme los lentes de contacto.

Al bajar veo a Jasmine hablando muy animadamente con mi padre mientras este toma el café.

-Hola Pa -digo dándole un beso en la mejilla- ¿de que hablan?

-Tu padre me comentaba sobre los lugares a los que podríamos ir a buscar los vestidos para la feria.

-Pa, no puedes recomendarnos en tus establecimientos.

-No quieras alimentar a la competencia con nuestro dinero Jessica, ¿cierto Amadea?

-Creo que el señor tiene razón -dice está poniendo un plato de pancakes y fruta en frente- además los vestidos son hermosos.

-Por eso me caes bien Amadea -dice mi padre-

-Donde esta mamá?

-Sigue descansando -menciona papá – no se sentía muy bien.

Asiento antes de poner el plato vacío en el lavadero y servirme un poco de café.

-Ya tenemos que irnos -dice Jasmine-

Subo corriendo por mi mochila que ya habia alistado la noche anterior y paso por el cuarto de mi madre a darle un beso y decirle lo mucho que la amo.

-Atrapa -le digo a Jas cuando estoy bajando las escaleras-

-Deberías empezar a conducir.

-Como bien lo dijiste, debería.

- ¿Qué hay chicas? -nos dice Adam cuando entramos- bien para ellas -menciona cuando ve a Jas y a Rebe besándose- no coman delante de los pobres hambrientos -cosa que solo nos hace reír-

Cuando toca la campana voy mas que feliz a mi salón, toca química y no es porque sea mi materia favorita, pero es la mejor de todas y en la que mejor me va, la sonrisa que llevo se desvanece en cuanto entro al aula.

-Diablos -susurro para mi-

Ahí justo en la ultima fila esta ni mas ni menos, que André y aunque nuestra historia no fue muy largo sigue estando ahí.

El andaba detrás de mi desde el año pasado y nunca le hice caso, pero como así es la vida, empezó a gustarme y empezamos a salir a mediados de abril, todo iba bien y pasamos un verano genial, pero todo cambio cuando quería mas de la cuenta, algo a lo que yo no estaba dispuesta.

Terminamos hace un mes y aunque al principio fue duro dejar de vernos como novios y ya no pasar tiempo juntos, el pasado pisado y tampoco quedamos en malos términos, si el me habla no tendría ningún problema en responderle.

-Jessica a tu lugar -escucho a la maestra Evans-

Ahí es cuando me doy cuenta de que me habia quedado todo ese rato mirándolo y es que no se que paso en estos 15 días que tuvo enyesado, pero se hizo un nuevo corte y se ha dejado crecer un poco la barba, se ve incluso mas maduro y apuesto. Cuando salgo de mi burbuja para dirigirme a mi lugar, mi mala suerte no podría ser peor ¡carajo!