Creo que te quiero

15. Cumpleaños

Después de la confesión de ayer las chicas me habían abarrotado de preguntas que tuve que responder una por una, no se creían nada de lo que les decía, duramos un buen rato hablando sobre lo que debería de hacer y ahora me encontraba nerviosa, tenía clases con él y no se ni como debería de actuar.

–Solo entra y actúa normal. no puede ser tan difícil.

–Lo dices porque tu relacion con Rebe se dio de lo mas normal.

–Yo opino lo mismo que Jasmine.

-Esperen, ¿Escucharon eso? Candy acaba de darme la razón en algo, ¿Qué clase de brujería es esta? –dice haciendo que Candy la mire mal–

–Solo digo que si quieres que las cosas pasen y el también solo debes dejarlo fluir, así me pasó con Luke.

–Ustedes son la pareja mas tierna que he visto nunca –dice Josh–

–Vuelves a decir eso y te parto la cara.

–Al menos el calma su fiera –nos reímos—

–¿Por qué las cosas siempre tienen que ser difíciles conmigo?

–De lo contrario no serías tú –Dice Adam– Y ahora vámonos o llegaremos tarde.

De camino al aula me doy cuenta de que tienen razón, no soy de dudar sobre mis actos y este no será uno de ellos, además anoche termine hablando con mamá del tema y son titubeos me dijo que ya se lo imaginaba y que solo debía ser yo.

Cuando entro al salón veo a la mitad del grupo rodeando a calleb en el asiento que compartimos y sus comentarios hacen que no se entienda nada de lo que dicen al estar hablando todos juntos, cosa que cambia cuando entra el profesor y todos van a sus lugares haciendo que yo haga lo mismo.

–Buenos días –le digo una vez sentada– ¿Por qué tanto alboroto?

–Buenos días cobrizo, para serte sincero temía a tu actitud el día de hoy.

–Eso no ha respondido mi pregunta.

--Será mi cumpleaños –Dice al pasarme un sobre– Me gustaría que fueras.

–Oh, será un placer, ¿Qué quieres de regalo?

–Con tu presencia será mas que suficiente.

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Los siguientes días habían sido mas que abrumadores, no tenis tiempo para nada y por mas que queríamos Calleb y yo no teníamos tiempo de vernos mas allá de las clases que compartimos o de poder hablar, el tenia entrenamiento por el juego de futbol que se acercaba y yo estaba hasta el cuello con los compromisos antes de la graduación.

Había tenido la reunión con los padres y aunque pensé que no lo lograría pude persuadirlos de si aceptar los fuegos artificiales para la fiesta, con la ayuda de mamá claro, mi tío no tuvo mas excusas y tuvo que firmar el acuerdo.

A pesar de lo distanciados que habíamos estado esos días nos mensajeamos constantemente y nos llamábamos de vez en cuando, no terminaba de acostumbrarme, pero no era algo que me desagradara.

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–Que difícil es regalarle a un hombre.

–Pero si el mismo te dijo que con tu presencia le bastaba, yo le hubiera tomado la palabra.

–Jasmine no me estas ayudando.