Los días seguían pasando y nuestros inesperados intrusos no parecían tener intención de volver. Si bien, yo me sentí más tranquila con respecto a ese tema, eso no significó que los Cullen y los Quileute hayan bajado su guardia con respecto a mi protección.
La tregua seguía igual y hoy nos tocaba pasar el día con los Quileute, ya que era día de caza para mi familia.
Sorprendentemente, Edward fue quien se ofreció para acercarnos a los límites del tratado donde Jacob nos estaría esperando a Bella y a mi.
El camino fue en silencio, uno un poco incómodo. Los días que pasaron desde nuestra última discusión no mostraron avance alguno. Yo dejé de buscar a Edward y él parecía evitarme. Extrañamente este ha sido el momento en el que más tiempo hemos pasado juntos sin que él sintiera la necesidad de abandonar el lugar.
—Y.. —Balbuceo el vampiro— ¿saben qué harán hoy?— quiso saber pero yo permanecí con mi mirada en la ventana
—Creo que Jacob dijo algo de una fiesta— respondió vacilante Bella— Pero en realidad no entendí
—Bueno... espero que la pasen bien— intentó animar Edward
Sin poderlo evitar el coche se sumió nuevamente en silencio pero antes de que este se tornara incómodo, Bella encendió la radio, lo cual le agradecí internamente, aunque en realidad su intervención no duró demasiado ya que sentí el auto de Edward parar.
Alejé mi mirada de la ventana para enfocar mi vista al frente donde a unos 15 metros de nosotros, un ya conocido Volkswagen rojo se encontraba estacionado al costado de la carretera, donde un atractivo muchacho estaba recargado en él.
Con unas increíbles ganas de escapar de esta incómoda situación, bajé del auto de Edward y corrí hasta mi novio con una enorme sonrisa.
—Hola preciosa— me recibió el gustoso mientras me estrechaba en un fuerte abrazo
—Hola guapo
—Por tu cara pude ver que el viaje fue divertido— se burló él
—Cállate— me queje
—No te preocupes, ahora estas con tu salvador— dijo Jacob mientras adoptaba una postura de superhéroe que inevitablemente me hizo reír
—Oh, qué haría yo sin tu ayuda— le seguí el juego adoptando el papel de damisela agradecida— ¿cómo podría pagarte, Robin?
—Con un beso me conformo, Batman
A Jacob, sin importarle la presencia de Bella y Edward, tomó mi cara entre sus manos para luego estampar su labios con los míos, uniéndonos en un dulce beso que pudo eliminar cualquier rastro de amargura y tristeza que existiera dentro de mi.
Escuchar los pasos vacilantes de Bella, hizo que nos separáramos, pero la más apenada aquí parecía ser ella.
—Hola Bells— recibió cálidamente Jacob a su amiga
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Power | Jacob Black ③
FanfictionAlexandra Bauman| Tras el regreso de los Cullen, y la integración de Alex en la manada Quileute, la vida de esta pequeña bruja cada vez se ha vuelto más complicada, y al parecer un viejo enemigo acecha en las sombras. ¿Los lobos y los vampiros dej...