Preocupaciones, preocupaciones y más preocupaciones, eso es lo único que he sentido durante esta semana ahora que sé lo que realmente amenaza a Seattle, y pese a eso, los Cullen, Luna y yo seguimos sin poder predecir en qué terminará todo esto.
Afortunadamente he tenido mis momentos de distracción y he evitado abrumarme con todo lo que está pasando, y eso es gracias a la manada, los chicos estaban por terminar su semestre lo que significaba: exámenes finales. Durante toda la semana me pidieron ayuda para estudiar y con gusto le ayudé, y sin imaginarlo eso se volvió mi pequeña escapatoria de la realidad.
[...]
Hoy era viernes, o mejor dicho, hoy era la fiesta con la manada pero no tenía ni idea si podría ir, ya que desde la mañana he estado pensando en una manera de poder conocer la ubicación de los dichosos neófitos y así poder hablar con ellos, pero era difícil si no conocía nada sobre quienes son o quien los creó.
Frustrada me acaricie la cara, y una fría mano toco mi cabello
—Deberías descansar— hablo Rosalie
—Podré descansar cuando el tema de los neófitos se arregle— confesé
—Los neófitos seguirán ahí mañana, tómate unos días para ti, has estado muy estresada esta semana, ¿no tenías una fiesta hoy?— recordó
—Si, per—
—Nada de peros— me interrumpió—Ve y diviértete, disfruta tu juventud. Te lo mereces Alex.
Resignada cerré mi libro de magia y mire a mi rubia hermana
—No se que ponerme— dije apenada
—¡Yo tengo la solución para eso!
Alice, quien salió de la nada, tomó mi mano y la de Rose, y las tres subimos hasta su habitación donde me convertí en un auténtico maniquí, donde me probaban a su gusto diferentes prendas.
Mentiría si dijera que no me divertí, ya que estos momentos con ellas se volvieron aún más valiosos después de nuestra larga separación. Deje ser feliz a Alice y a Rose con sus preparativos y yo flui junto con ellas gozando el momento.
Después de unos cuantos minutos me encontraba lista, Alice se decidió por un sencillo pero bonito vestido amarillo acompañado de una chaqueta de mezclilla y unas botas cafés sin tacón.
Mientras que Rose se encargó de peinarme con una linda trenza y de hacerme un maquillaje sencillo que consiste solo en rímel y en un brillo de labios rosado.
Me sentía bonita y mis hermanas parecían fascinadas con su resultado.
—Te ves tan hermosa como cualquier otro día— me alago Rose mientras terminaba de arreglar los últimos detalles de mi cabello
—¡Qué linda!— chilló Alice— ¿Qué te cuesta dejarme vestirte todos los días?— me reprocho, a lo que yo solo me reí
—Lo pensaré— respondí encendiendo una chispa de esperanza en mi duendecillo favorito— Muchas gracias por todo esto— agradecí con honestidad— se que no lo digo muy a menudo pero las adoro chicas, y me siento muy afortunada de tenerlas a mi lado.
Alice dejó de saltar para verme con lágrimas en los ojos y Rose se lanzó hacia mí dándome un fuerte abrazo que me provocó un enorme nudo en la garganta.
—¡No llores!— advirtió Alice— ¡No arruinaras nuestra obra de arte!
Mis ganas de llorar se fueron con ese comentario, ya que la risa me invadió. Feliz y nostalgia atraje a mis dos hermanas a un abrazo grupal.
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Power | Jacob Black ③
FanfictionAlexandra Bauman| Tras el regreso de los Cullen, y la integración de Alex en la manada Quileute, la vida de esta pequeña bruja cada vez se ha vuelto más complicada, y al parecer un viejo enemigo acecha en las sombras. ¿Los lobos y los vampiros dej...